lunes, 2 de diciembre de 2013

4.- EL CAMINO DE SANTIAGO DEL NORTE (2002-04)



EL CAMINO DE SANTIAGO DEL NORTE
(2002 -2004)





  
En tres tramos de autonomías

En verano y en otoño

En grupo y en solitario

Y el Camino Lebaniego


De Santiago de Irún a Santiago de Compostela

Del día de Santiago (2002) al día de Santiago  (2004)

39 años después de mi primer Camino termino el quinto




EL CAMINO DEL NORTE: BREVE HISTORIA Y PEREGRINOS.

          El origen de la peregrinación a Santiago por la ruta de la costa cantábrica se remonta a los momentos  inmediatamente posteriores al descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago el Mayor (hacia 820). Los caminos del antiguo Reino de Asturias fueron pioneros en encauzar peregrinos a Santiago. La ruta de la costa gozó de una vitalidad semejante a la de los demás caminos jacobeos “primitivos”, antes de que en los ss. XI-XII los monarcas hispanos potenciasen el Camino Francés como itinerario jacobeo privilegiado, vertebrando los reinos cristianos del norte peninsular. La promoción del Camino Francés, sin embargo, no supuso la decadencias de los caminos astur-galaicos ya que la peregrinación en el tramo León-Oviedo se potenció desde finales del s. XI.

          A través de esta ruta medieval se constituyó una corriente jacobita internacional encauzada hacia los santuarios de Oviedo y Santiago de Compostela, no tan nutrida como la del Camino Francés, pero con una vitalidad constatable hasta el s.XVIII. Estos peregrinos venían por tierra desde Francia, o por mar, recalando en los puertos vascos y cántabros, procedentes de los países atlánticos (Inglaterra, Flandes, Alemania y Escandinavia). Después caminaban hacia el santuario de San Salvador de Oviedo y la catedral de Santiago.

          Entre los miles de peregrinos que caminaron a Santiago por el Camino Norte destaca la figura de san Francisco de Asís. Según la tradición, peregrinó a San Salvador de Oviedo y a Compostela en 1214. A finales del s.XV el obispo armenio Mártir de  Azerbaján peregrinó a Roma y a Santiago; tanto para la ida como para la vuelta eligió el Camino Norte, pasando por el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Del s. XVI existen dos relatos de peregrinos que siguieron parecida ruta: Antonio Lalaing, señor de Montigny (1502), y el italiano Bartolomeo Fontana (1539).

          Durante al época barroca también hubo peregrinos que escribieron sus experiencias e itinerarios. Jacobo Sobieski (1611), padre del rey Juan III de Polonia peregrinó por el Francés hasta León, tomó el desvío a Oviedo y se dirigió por el de la costa hasta Ribadeo, para seguir a Santiago por el Camino Norte. El italiano Sebastián Gatti llegó en 1698 a Ribadeo por mar y continuó a pie hasta Santiago. El francés Guillermo Manier y sus compañeros de peregrinación eligieron, en 1726, el Camino Norte como itinerario de regreso a Francia. En 1790 el francés Jean Pierre Racq escribió un relato detallado de su peregrinación a San Salvador de Oviedo y a Compostela.


EL CAMINO POR BIZKAIA 

      En cuanto a la provincia de Bizkaia, parece claro que no fue un camino proioritario. De su  dudosa  transitabilidad y escasa  aceptación en épocas anteriores nos dan una idea las poquísimas menciones comprobadas del paso de romeros, si bien la tradición ha hecho retrotraer a momentos anteriores realidades que solo debieron darse mucho más tarde y, al parecer, nunca de forma multitudinaria, como la que realmente marcó la vía franca.

          Veamos esas noticias. En primer lugar disponemos de un significativo relato del Obispo de Porto, cuando en 1120 se ve obligado por una persecución personal a desviarse hacia el Norte, en su viaje de regreso de Roma a Santiago. Su impresión no puede ser más desastrosa sobre la ruta de la costa y apenas puede referir más noticias que lo accidentado del terreno,  fragoso e incómodo, lo  ininteligible de la lengua de sus habitantes y los continuados retrasos y rodeos a los que obligan ríos y montañas . Sus recuerdos se limitan casi a las ásperas subidas y a la búsqueda de vados.[1]8       

          Alrededor de esos años, el propio Aymeric Picaud, al hablar de la zona vascona, desaconseja  implícitamente su utilización, por discurrir por un país poco civilizado y cómodo para el caminante, así como por la naturaleza huraña y violenta de sus habitantes. Igualmente . Al mencionar el texto de Al Idrisi, apuntamos ya su impermeable silencio sobre el tercio oriental del Cantábrico, cuando describe la ruta  Santiago-Bayona por mar. En ambos casos puede deducirse con facilidad la escasa popularidad de este trazado.

          Hay que esperar al s. XV para obtener el testimonio de un peregrino de importancia, el obispo armenio Mártir, de Azerbajan, que en 1494 realizó el viaje de ida y vuelta  por Bilbao, Santander, Santillana y San Vicente de la Barquera a Oviedo. A pesar de la parquedad de las noticias que ofrece su relato, consigna, sin embargo, su estancia al regreso en “la ciudad grande de Portugalete”, en donde descansó cuatro días [2]

          Finalmente, y quizás sea este el más interesante, contamos con un documento del Archivo Municipal de Orduña sobre las condiciones del año 1506 en el arrendamiento del beneficio de guía para atravesar el Paso de la Peña. En él se especifica la obligación de no cobrar por este servicio o “guía”a “ ningún frayle ni romero que pasare ni de ningund clerygo que vaya en rromeria a Santiago”, previsión y privilegio que ratifica la posibilidad del tránsito de este tipo de gentes.

         Con tal escasez de testimonios y tan rudimentarios elementos resulta muy difícil reconstruir con absoluta certeza los hitos del Camino en el ámbito vizcaíno. Pero otros datos, de muy variada índole y valor, han sido utilizados en la recreación de los itinerarios. Por último hay que significar que las advocaciones a santos de carácter caminero y vinculadas al fenómeno jacobeo como Santiago Apóstol por supuesto, además de Santo Domingo de la Calzada, San Martín de Tours, Santa Marina, San Cristóbal, o incluso Santa Magdalena y otros, no resultan por sí solas justificativas de que pasara el Camino. En general suelen encontrarse asociados a caminos, por el carácter protector de los transeúntes que les adjudican sus propias hagiografías, sin tener que ser cierta su vinculación determinante a rutas de peregrinación a Santiago.


ANTECEDENTES

          Este Camino se empezó a gestar haciendo el anterior, en el albergue de Palas de Rei. Azkona me informó que se preparaba algo en Bilbao para sensibilizar y potenciar el jacobeo por Euskadi. El 12 de julio, mediante una rueda de prensa  a la que asisto en la asociación de Bilbao, se difunde la iniciativa para los medios.

          “1ª Marcha Literario-Artística por el Camino de Santiago por la Costa”. Así dice el cartel anunciador. Organizan las Asociaciones de Amigos de Santiago de Bizkaia y Gipuzkoa. Colabora EITB. Voy andando desde casa a la reunión, donde hay poca prensa y menos peregrinos. A la salida me hacen una entrevista para El Correo sobre mi reciente viaje de mayo a Santiago, como peregrino y escritor. Se publica el día siguiente completando una página entera del Camino.

          La marcha pretende relanzar el viejo camino del norte junto a las costas guipuzcoana y vizcaína. Será el primer recorrido colectivo organizado con amplia difusión. Se le quiere dar un espíritu peregrino y cultural, invitando a escritores y otros artistas. Las etapas serán fijas, con noches en Irún, Donosti, Zarautz, Mutriku, Markina, Gernika, Larrabetzu, Bilbao y Portugalete, para terminar en Castro (Cantabria) el sábado 3 de agosto.
          Me parece interesante. Dulce me anima. Hago los planes para participar.

Jueves, 25 de julio 2002

EL DIA DE SANTIAGO: DE ARRIGORRIAGA A IRUN

          La mañana es muy triste.  A la impertinente y fría lluvia, se nos une el funeral por Marian García Barcenilla, a la que un cáncer de estómago se la lleva con 38 años.  La comida es rápida, porque Dulce, Zigor y Ainara me llevan hasta Zuazo, desde donde el tren de E.T. de las 15,10  me transporta  hasta Irún-Puente Santiago a las 18,20 horas.    

          Hay concentración de peregrinos, entrevistas y cámaras que recogen los saludos y la salida de los 48 que iniciamos aquí la primera jornada de contacto.

File:Irun - Iglesia de Nuestra señora del Juncal 08.jpg
El Juncal de Irún
Vamos hasta la Iglesia de la Virgen del Juncal y desde su puerta se hacen los actos protocolarios de discursos y bendición católica del grupo y la marcha. Me sorprende un poco que no nos hayan abierto el templo, aunque los organizadores piden todas las disculpas.
          Completamos la tarde con la visita a las ruinas arqueológicas de la ermita de Santa Elena (s.I) y la cena en el bar la Agrícola con presentación de los 38 comensales. No consigo dormir ni una hora en el frío y duro suelo del frontón Uranzu en una noche de estruendosa lluvia y ruido callejero.

Viernes, 26 de julio

1ª ETAPA:  IRUN – DONOSTIA
28 kms

          De 4 a 6  llueve torrencialmente. Parece que se va a hundir el tejado de vieja chapa. Nos está anunciando un mal día para empezar. ¡Chubasqueros y capas, a defender nuestros cuerpos!.

          Desayunamos a las 7 y nos dividimos en dos grupos, de unos 20 y 28, que compararemos los recorridos por Jaizkibel-Pasaia y por Errenteria-Astigarraga.

File:Pasaia-Spain-Christoph-Abele-2004.jpg
Atravesar la bahía de Pasajes en es un pequeño laberinto para el peregrino
Levanta el tiempo. Los del Jaizkibel paramos de 11 a 13 en Pasaia, con pasada de la ría en barca y desayuno repartido en los bares típicos de los municipios pesqueros de San Juan y San Pedro. La vieja bodega sampedritarra en la que almuerzo un bravo bocadillo de atún invita a repetir excursión.
File:San Sebastian from Igeldo.jpg
La bahia donostiarra de La Concha la vimos y disfrutamos a gusto
          Tras entrar a Donosti por monte y los jardines de Ulía nos sentamos en la playa Zurriola, bien concurrida de bañistas. Algunos se suman al placer del agua y el arena, otros al de una comida ligera. Yo prefiero seguir hasta la playa de la Concha, ingiriendo en el trayecto dos verdes peras, mientras recorro con la vista los monumentos de la urbe y a sus terrícolas paseantes.

          Dos horas de baño y sol con siesta incluida, que de no avisarme me hubiera mojado la marea, una recepción en la nueva parroquia de Santiago con un don Pablo entusiasmado de recibirnos, conferencia jacobea y ágape incluidos, para llegar después al frontón Atano III de Anoeta a las 19,30. Nuevo Mundo es una escuela-grupo de monitores de tiempo libre cercanos a la parroquia. La idea, la amabilidad y la merienda que nos han servido merece nuestro sincero agradecimiento y aplauso.         

           La cena comunitaria, siempre voluntaria, en el restaurante Jarcha de la calle Isabel II-4, vuelve a ser la necesaria convivencia distendida y cultural del grupo. En ella se charla, debate, critica y ríe, acompañados del bocado y trago dulcificantes del cuerpo.

Sábado, 27 de julio

  ETAPA:  DONOSTIA – ZARAUTZ
24 kms

          Diana a las 6,30 y salida a las 7,00. Desayuno rápido. Por Ondarreta e Igeldo. Montaña y costa. Excelente día. Almuerzo a las 11 en sidrería Venta de Orio, con bocadillo de tortilla de bacalao y media botella de sidra. Son 7,20 €.
Orio. Cuesta de San Nicolás,  por donde bajamos
           Visita guiada a la ermita de San Martín de Tours y la  parroquia de San Nicolás, en Orio.  Llegamos escalonadamente al polideportivo municipal Aritz Batalde de Zarautz, de 14 a 16 h.Tarde de sol y calor. Baño y playa hasta 19,30, que es la pleamar y casi nos quedamos sin playa. Un paseo hasta el fondo nos lleva a los nudistas. No está reñido el peregrinar con ver la naturaleza humana. Aquí la catedral es la playa, donde están todas las figuras.

          Cena a las 21,30 h. En el comentario, las bajas, por heridas, cansancio o trabajo, y la incorporación de un alemán, un valenciano y un murciano. También son motivo de satisfacción las colchonetas para dormir y la hospitalidad en el polideportivo.

Domingo, 28  de julio

  ETAPA: ZARAUTZ – MUTRIKU
29 kms

          Me adelanto en la salida. Camino sólo  junto al mar hasta Getaria, a 3,5 kms, donde desayuno a las 8.  De aquí se sube hacia los caseríos Akerregui, por donde ya me uno a algunos del  separado grupo. Alguna pequeña pérdida y a  las 10 sello en la parroquia de San Pedro, en Zumaia. De la montaña al mar y de nuevo a la montaña de Itziar. Sólo dos nos quedamos a la misa de las 13 h

Santuario de Itziar
Santuario de Itziar
         Hoy el grupo de unos 40 está del todo roto y hay distancias tan significativas que no vemos apenas nadie por delante ni por detrás.

          El día está con mucha niebla  y humedad, bueno para andar y sudar. A las 2 de la tarde pillo a Zigor en Deva cuando ya arranca el tren para Eibar. Le felicito por su 27 cumpleaños. Me estaba buscando  hacía rato entre todos los peregrinos. Aunque conseguimos reunir de nuevo a todo el grupo, en el tramo final tenemos otras dos alternativas. Yo conduzco a sólo un grupo de seis que se atreven por la difícil del monte, la de la ermita del Calvario, que resulta de una extraordinaria belleza, aunque más larga. La otra va por la estrecha carretera de curvas tocando el mar.

          Mutriku  es un pueblo en ladera pronunciada, con el mayor ambiente en su puerto y cercanías. Pues el polideportivo está en el punto más alto y lejano, a donde llegamos a las 15,15 h.

          A la tarde me encuentro pronto con Dulce, Nere y Jose, que han venido a visitarme. Aún tenemos tiempo para un baño en la playa de rocas, un paseo por el puerto, ver el pueblo y nuestro “hotel”, una visita a Zigor en Deva de 20 a 20,20, en un descanso de su trabajo entre trenes, y el regreso a la cena comunitaria en el restaurante Kai, con el excelente ambiente de todas las noches.

Lunes, 29 de julio

  ETAPA:  MUTRIKU – MARKINA

22 kms

          Aunque ayer marcharon varios por trabajo y otros motivos, es una alegría contar 38 a la salida a las 7,30. Tenemos por delante una etapa corta pero sin infraestructura para alimentarse. De salida, sólo un café de máquina y alguna madalena compartida de algún previsor, será lo único que vamos a comer.

          Al ser la etapa casi totalmente por monte, más  nos parecemos a una excursión mañanera de un grupo alpino. El recorrido, planificado por Olatz, Rostolamendi y La Magdalena, varía y sólo pasamos por el pequeño barrio prácticamente deshabitado de Larraskuain.

Aldea de Larruskain, a 9 kms. de Markina
Los últimos 4 kilómetros son por la peligrosa carretera de Ondarroa a Markina, a donde los primeros llegamos a las 11,45 hambrientos a su plaza principal. A las 13 ya estamos acomodados en el polideportivo Atxondo.

         De 15 a 19 h. aprovecho bien la tarde para visitar con David Barbero casi todos los monumentos de la villa. La ermita de San Miguel de Aretxinaga (1740),  el cementerio, la parroquia Santa María de Xemein (s.XVI) y el convento del Carmen los examinamos con tiempo. El ayuntamiento (s.XVII), la torre del Reloj, la plaza ajardinada con el humilladero y ermita de la Virgen de Erdotza, la fuente del Niño Jesús de Praga, y los palacios de Ansotegui, Bidarte (s.XVIII) y Solarlekua los vemos de pasada.

          En la guía que nos han preparado las Asociaciones de Bizkaia y Gipuzkoa han detallado con esmero el recorrido y los lugares recomendados para ver y visitar. Es obvio que la cultura de la mayoría busca más la gastronomía que el arte. Y esto se contagia más en los grupos grandes. Me siento de los raros que antepone la visita al rincón monumental que al bar. Pero en Markina Xemein  tengo tiempo para todo. La bonita y lujosa villa lo merece. Y el tiempo me lo permite.

          A una mañana de escasa alimentación le sucede una tarde-noche de sobredosis con dos cenas. Porque no estaba previsto que en la recepción del alcalde a las 19 h., aunque de manera informal, nos agasaje con un lunch que no podemos terminar. Y a las 21 h. tenemos que continuar con la cena programada en grupo, esta vez de 18, en el restaurante Niko.

Martes, 30 de julio

  ETAPA:  MARKINA – GERNIKA
26,5 kms

           Amenaza lluvia. Por eso de nuevo me adelanto, saliendo sólo a las 6,45 para pasar a las 7,30 por Bolibar y llegar a la misa de 8,15 en la Colegiata de Zenarruza. Seis religiosos concelebran y ocho seglares asistimos. Después me invitan a desayunar con los seis asistentes en el silencio profundo de sus ejercicios espirituales.

          A las 8 empieza a llover y no parará en toda la jornada, salvo pequeños descansos. Al hacer de mensajero del grupo, consigo que les atiendan al llegar a las 9,30 con un pequeño refrigerio de desayuno en el pórtico, nos enseñen la colegiata y nos ofrezcan los monjes un pequeño recital de cantos gregorianos
Zenarruza, colegiata.
Colegiata de Zenarruza. San Francisco de Asís hizo el Camino de la Costa en 1214
           Cuesta arrancar de nuevo para meterse a un frondoso bosque sumido en niebla y lluvia, porque sabemos lo que nos espera. Arbazegi, Aldaka, Marmiz y Ajangiz son aldeas muy bonitas. Pero hoy no está el tiempo para disfrutarlas. Y el vericueto de caminos está bien para perderse.  Llego a la villa foral a las 14,45  con las zapatillas y pies encharcados, como la mayoría de compañeros.

          La comida es rápida, un bocadillo de pie en la primera tasca, porque no vemos cerca otra cosa mejor. ¡Estamos como para buscar y ver!. Encima no nos abren el polideportivo Maloste hasta las 17 h. Al menos hay algunas colchonetas y agua caliente para ducharse.

          Una visita guiada  nos ocupa otras dos horas, sin librarnos de la lluvia. La profundidad de la historia y tragedia de Gernika, que es la del Pueblo Vasco, me sigue embargando de emoción. Y no puedo evitar que mi silencio y la humedad en mis ojos delate mis sentimientos nacionalistas.

          Hoy, en la última cena que se ha concertado en grupo, nos juntamos 26 en Lumope Sagardotegia, que está en el extremo opuesto a Maloste, nuestro albergue. Esta tarde, tres bastante tocados, se han quedado durmiendo. 
Bundesarchiv Bild 183-H25224, Guernica, Ruinen.jpg
Gernika el día después (29.04.1937)
   Miércoles, 31 de julio - San Ignacio de Loyola

  ETAPA:  GERNIKA – LARRABETZU
25 kms

          Salimos 32. Porque han abandonado dos, pero cinco nuevos se incorporan, de los cuales cuatro programan seguir hasta Santiago. No se me han secado las zapatillas porque no las cambié de suficientes papeles de periódico para que absorbieran toda el agua. Ha vuelto a llover toda la noche, y de qué manera. Salgo con capa y bolsas de plásticos entre calcetines y el húmedo calzado. Una  hora después levanta y nos sorprende con un buen día.

http://www.muxikakoudala.com/es-ES/PhotoGallery/GALLERY01/Lugares%20de%20Muxika/barrio_ugarte.jpg
Barrio Ugarte en Muxika, que tiene otros 26 barrios
          Muxika, la encina centenaria, los altos de Gereki y Morga, Astoreka; Goikolexea nos verán pasar, primero en grupo unido y al final muy estirado. Hago una escapada breve para visitar a Feli en su chalet de Morga. Más adelante, su marido Angel Ruiz de Azua, nos espera con su bici de monte y sus cámaras de fotos. Nos acompañará toda la etapa realizando su trabajo periodístico para Deia.

          Desde el alto de Morga, donde nos reagrupamos para seguir por la carretera, me llevo a seis hasta la cima del Bizkargi, emblemático monte  paras los vascos desde la guerra del 36, con ermita y monumento a la sangre allí perdida. Por cierto, desciendo y continúo hasta Larrabetxu con el único alemán del grupo. Hay que aprovechar para mejorar las cicatrices. Visitamos por fuera la iglesia juradera de Goikolexea y singular cementerio antes de llegar los últimos, a las 14,30, al final de la etapa programada.
Iglesia de San Emeterio y San Celedonio
Goikolexea: Ermita Juradera de San Emeterio0 y San Celedonio
          La fiesta de Larrabetxu en el día del patrón provincial, bien merece unas líneas. Hay comidas populares, para los jubilados  bajo techo, y para el pueblo en la calle. Pero los peregrinos hoy no comemos tan fácil. Ningún restaurante. Yo, ante tal previsión que ya conocíamos desde la mañana, quedo con Angel para que me recoja a las cuatro cuando baje al Deia. Algunos del grupo consiguen los últimos vales para comer por 12 €. en la comida popular. Pero se desata una fuerte lluvia al inicio del festejo, que provoca un cierto caos y desbandada.  La casi una hora que dura el susto la arreglan trasladándose a unos soportales. Es literalmente una comida pasada por agua. En el desconcierto he aceptado un plato de marmitako y unos tragos de vino, pero he rechazado la paella porque llegaba mi hora.

          A pesar de esperar unos 30 minutos en el semáforo, Angel no ha llegado. Así que en auto-stop hasta Begoña y otros 12 kilómetros andando por La Peña me llevan a las 18,30 a casa. ¡Sorpresa para Dulce!. 

          Duchado y cambiado de ropa en el polideportivo de  Larrabetxu, he andado el último tramo de Bilbao a Arrigorriaga con las sandalias de goma de la playa. Y con este añadido y la subida al Bizkargi mi etapa de hoy ha crecido hasta los 40 kms

Jueves, 1 de agosto

  ETAPA:  LARRABETXU – BILBAO
16 kms
          Dormir en el cómodo lecho conyugal junto al calor de la esposa amada parece como un placer de dioses, si te has escapado de la concentración peregrina.  Esta frase, larga para ser lapidaria, es toda verdad en mi caso. Y tiene más autenticidad, si cabe, al salir de mi mente a esta página 46 días después de aquel. Hoy es un lunes, 16 de setiembre, 8 de la tarde, cuando transcribo mis recuerdos y anotaciones. Y disfruto recordándolo todo.

          Me levanto a las 8 para salir con Dulce y Julia a las 9, que me dejan en Lezama. Excelente día. Subo rápido Artxanda y camino por su cresterío persiguiendo al grupo. Aunque adelanto a los más rezagados por otro recorrido, sólo pillo a la “peña” almorzando a las 11,30 cerca de Begoña.

          La tarde y noche de ayer debió de ser alegre, movida e intensa de ruido. Aunque les cambiaron el lugar para dormir, a algunos les pillaron todas las tormentas. Hoy han salido unos 30 a las 8,15 y no han parado en El Vivero, como quedamos  ayer. Deia publica una página entera de nuestro viaje con foto mía de primer plano. Hoy no llevo mochila, por lo que no parezco “el peregrino típico” con que el diario me piropea en el pie de foto.

          El catedrático de historia Loza nos guía por Begoña, calzadas de Mallona y  puente de San Antón de 12 a 13,10 h. Y vuelvo otra vez a casa y a comer.

          Aunque he recortado 3 kms. de Larrabetxu a Lezama, los compenso con creces  con el anexo. Tras una tarde de charla jacobea con del párroco y una cena tardía con amigos, me acuesto a las 0,30 de medianoche.

Viernes, 2 de agosto

  ETAPA:  BILBAO – PORTUGALETE
245 Kms

          Un tren madrugador me lleva hasta el pabellón de la Casilla a las 7, donde nos juntamos 28 peregrinos para esta etapa. He cambiado la mochila por una más ligera y he soltado carga. Sólo me quedo con unos 3 kgs. Así que los dos últimos días me los tomo como un paseo por la costa.

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El Puente del Diablo, una referencia peregrina en la zona fabril vizcaína
          El recorrido por las zonas más marginadas de Bilbao nos muestra la otra arquitectura. Castrexana, Peñascal, Basurto y Zorroza es un camino lioso entre prados, alambradas, chabolas, miseria  y desorden urbanístico. El puente del Diablo ya nos evoca leyendas peregrinas. Y subimos a Santa Agueda, ermita moderna pero de tradición más que centenaria. Nos la enseñan y explican con gran cariño y simpatía. El paso por Barakaldo y Sestao nos muestra su  rico pasado fabril, hoy sucio y depauperado.

          A las 13,30 estamos todos en Portugalete. La visita guiada a su impresionante iglesia de Santa María vuelve a ser para unos pocos el menú elegido. Otros prefieren perderse por su casco antiguo. Y las féminas prefieren el sol y la brisa de la playa de Las Arenas. Este es un grupo heterogéneo y libre. 
         
            La  ikastola Astileku va  ser el mejor hotel de nuestra experiencia. Por fin dormiremos en cama, aunque sean literas muy usadas que soportan todos los eventos de la villa jarrillera.

          El centro de la tarde lo ocupa un acto oficial. A las 6 en punto nos recibe el Ayuntamiento con toda su pompa y de gala. Hay discursos, cámaras, televisiones y entrevistas casi a la manera de un show electoral americano. Pero todo sea para vender nuestro objetivo de reivindicar mayor atención y apoyo al Camino de Santiago en Euskadi. El alcalde promete mucho en la larga hora que nos dedica. Y hasta nos sienta en el salón de plenos en el lugar de los ediles. No pueden faltar un pequeño lunch y el posado del grupo para la prensa. ¡A ver si es verdad que para el próximo jacobeo del 2004 aquí tenemos un albergue como Dios manda!

          Y de nuevo se desperdiga la gente. Una improvisada cena fría en la ikastola sirve de mesa redonda para mantener un debate sobre el tema jacobeo. Qué pena que algunos llegamos tarde y cenados y otros tampoco se enteraron. Era más fácil abrir la verja que saltar la valla, pero como erramos tantos, el incidente sirve para amenizar la hora posterior al  toque de silencio. Y a las 11 llegan las más bulliciosas y se topan con la broma de toda la peña hecha la dormida para broncarlas.

Sábado, 3 de agosto

  ETAPA:  PORTUGALETE – CASTRO URDIALES

31 kms

          Para mi, una vez adecuado el cuerpo al ejercicio diario de andar, lo de hoy va a resultar un paseo.  Bidegorri y asfalto, Playas, con un baño rápido en Cobarón,  y vistas al hoy pacífico Cantábrico. Amaiketako a media mañana junto al mar con las cámaras TV de Canal Bizkaia. 
  
        A las 13,55 h. llego el primero a Castro y consigo sellar en la oficina de turismo. Detrás, en distanciada fila van llegando en media  hora el resto de los 35 que hacemos esta última etapa programada.  El fotógrafo del diario El Mundo hace su reportaje con los cinco que nos ha pillado visitando la monumental iglesia y zona de Santa María. Ha habido más radio, prensa y televisión, que como en algunos dias anteriores nos han colocado en sus medios, destacando la EITB. Comemos todos juntos por 10 € en un típico asador de la playa.
          La sobremesa y despedida la hacemos con una sentada en círculo en lo alto del parque de la restaurada iglesia vieja, exponiendo comentarios y aportando ideas en torno a este evento. Seis, dos de Irún y cuatro de Gernika,  continuarán mañana andando a Santiago. A otros, ganas y fuerzas nos sobran, pero los compromisos adquiridos  tienen prioridad. ¡Yo me comprometo a continuar otro día!          

          Resumiendo en números esta I Marcha, hemos participado unos 100/110 en total, con 17  andando el recorrido completo. Los kilómetros en programa eran 225, que es la suma de los que he anotado en cada etapa, pero los estimados reales han quedado en 215 y en mi caso los calculo en 240.    

          Nere, Jose y Gamarra vienen a recogerme con mi Nissan Primera. Antes del regreso, me doy en la playa de Castro mi segundo baño del día. Sin pretenderlo, consigo hoy otro de mis récords personales: bañarme cinco veces en el Cantábrico en un período de nueve días seguidos.

Viernes, 8 de noviembre 2002

10ª  ETAPA:  CASTRO URDIALES  -  COLINDRES

41 kms

          Un pequeño salto en el tiempo y otro en la manera de programar este viaje. Vuelvo a la soledad, repitiendo la experiencia del pasado mayo. Pero me pongo el listón también muy alto. Voy a intentar atravesar Cantabria de un tirón, con la dificultad de mal  tiempo y  recorrido poco marcado.

          Hay que empezar madrugando a las 6,30. El bus de Ugao (6,55) y el de Castro (7,30) me dejan a las 8,30 para continuar a pie lo que me prometí el pasado 3 de agosto. Irene Ahedo, una paisana de Cérdigo, me invita a la charla y a tomar un café con leche en la puerta de su humilde casa.

          Las previsiones y el tiempo amenazan con lluvia. Voy al Pontarrón por la vieja N634. De Guriezo a Liendo  por el camino marcado y atravesando el monte. Me pierdo primero en Liendo y después en Laredo, empeñado en evitarlo. Un cerrado y empinado bosque me llevan a Seña. Y a las 16 h., tras terminar en la entrada de la mole veraniega mi segundo bocadillo, que Dulce me ha preparado con amor...¡qué liada de inexperto!. 

          Estradas, campas, barro, alambres, cuestas que me hacen llegar a las 17,30 a Colindres, cuando había soñado dos horas antes en dormir en las Clarisas de Escalante. Me rindo por hoy, porque la noche ya está encima y no está mal para empezar con 4l kms. Unos callos y un vaso de vino es mi comida fuerte del día en El Tablón.     
 
          La policía municipal me ficha y me lleva al albergue, un piso recién pintado, que antes fue la casa de los maestros, con 8 camas, sábanas y toallas y sala de estar. Puedo decir que un lujo para mí solo. Nadie más duerme en el edificio, de tres alturas y seis pisos. Y el último peregrino a pie me dicen que ha dormido el pasado 11 de octubre.

         Aún me quedan fuerzas y ganas para  otro paseo por el pueblo.  Con el aseo personal, la lectura y la escritura, el reloj marca las 23,30 cuando apago la luz para intentar dormir.

Sábado,  9 de noviembre

11ª  ETAPA:  COLINDRES  -  SANTANDER

42 kms

          El anunciado mal tiempo se cumple. Lluvia y viento racheado. Diana a la 7,45. Desayuno 8,10 y salida a las 9 enfundado contra el agua. Tengo que dejar las llaves en el bar Atenas, porque los municipales no están a la hora prometida de las 8,30.

          En las clarisas de Escalante sólo tienen una cama para los peregrinos. Hay que volver a pedir la llave al Ayuntamieno y la última viajera que ha dormido fue el año pasado y dijo que venía a pie desde Holanda. No puedo estirar mucho más la conversación con la invisible monja que me atiende al otro lado del medieval torno de madera.

          Colindres, Cicero, Escalante y Argoños, donde un nuevo error  me lleva a la playa Berria para perder una hora que me sabe a demonios. Primero empapo de sudor la camiseta de algodón, después el paraguas no me evita la majadura.  Castillo, Arnuero con pequeña parada a comer  un bocadillo, Ajo, Galizano, Langre, Loredo y Somo. Llego a las 5,50 justo para coger la barca que me pasa la bahía. Han sido nueve horas de asfalto, lluvia fría con viento y demasiados kilómetros por el arcén de la carretera. Hoy ha tocado sufrir mucho y disfrutar casi nada.

          A las 19,30 encuentro el albergue “Santos Mártires” en la calle Ruamayor, 9. Es humilde, con 18 amas y está en el centro. Duermo sólo. Me entretengo repasando los libros, para sacar mis números y conclusiones. Soy el segundo que duerme este mes. En octubre han sido 35, sólo 6 españoles: dos estudiantes de 22 y 23 años,  un militar de 31, un cocinero de 37, un artesano de 27 y un jardinero de 43. Este último, ayer, el único en noviembre. Desde el 16 de enero de 1999 que se inauguró este local, hago el número 1.147. ¡Los he contado! Y hasta las 22 h. me han quedado 888fuerzas y tiempo para recorrer el centro de la ciudad y cenar algo.

Domingo, 10 de noviembre

12ª  ETAPA:  SANTANDER  -  SANTILLANA DEL MAR

34 kms

          A las 8 llegan los de la Asociación, que marchan a peregrinar de La Haya a Castro. Salgo a las 9 para ver y sellar en la Catedral, desayunar y enfilar la calle Burgos que me lleva a Valdecilla, Peñacastillo y Santa Cruz de Bezana. Aquí me siento en su iglesia a ver la catequesis de los niños  e ir a misa. Les envío una tarjeta postal a Zigor y Ainara.

          Mompía, Boo y empieza a llover. Es una liada seguir las flechas, que evitan la carretera recta para serpentear por los pueblos. Cuando cruzas la general  y ves los kilómetros que marca desde Santander y las horas que llevas caminando y  buscando las amarillas, te asoman tentaciones de acortar por el asfalto. Y más cuando llueve a rachas y  te parece que estos pueblos no tienen gran cosa para ver.

          La ría de Mogro la salvaban los antiguos peregrinos en barca. Pero en el siglo XXI los automóviles han eliminado la barca. Así que hoy tengo que dar una vuelta de unos 7 kms. hasta Puentearce. Después Oruña, Requejada y Barreda. Las nuevas urbanizaciones de Cantabria a las afueras de algunos pueblos o en descampados que parecen haberles tocado la lotería de la especulación, contribuyen a ocultar la historia del pasado y de sus indígenas.

          La fábrica química Solvay, que lleva muchas décadas en Barreda, tuvo que ser como una gran ciudad en medio del campo verde. Sigue siendo un monstruo que cuesta más de una hora bordearla y perderla de vista.

          El albergue privado Arco Iris está ubicado en Queveda a 3 kilómetros del centro de Santillana. Llego a las 17,50. Empieza de nuevo a llover cuando enfilo la cuesta final. Se abrió hace nueve años, tiene unas 60 camas y hago el número 219. Una vez más soy un extraño solitario en esta época.

          Hago la etapa de hoy con bolsas de plástico entre los calcetines y las zapatillas, aún húmedas de ayer. Me ha ido bien, porque ni lo he notado ni se han recalentado los pies. Tras la ducha, escribir y ver la tele en el salón familiar. Ceno con Charo y Pedro, los padres de José. Entre los tres llevan el negocio y una gran hacienda de 400 carros de tierra y 90 vacas de leche en plena producción.

          No puedo llamar por teléfono. El público más cercano está abajo, en el pueblo-barrio a dos kilómetros, y sigue lloviendo. A las 23,30 vuelvo a acostarme sólo en el gran dormitorio. Aunque esta vez  José, el propietario que lo regenta, buen cocinero y mejor albañil según presume, duerme en la habitación de al lado en otra litera por acompañarme.

Lunes, 11 de noviembre

13ª ETAPA:  SANTILLANA  -  UNQUERA

55 kms

          Resulta difícil precisar los kilómetros andados hoy. Pero tengo claro que ha sido la etapa reina de este otoño, Porque las 13 horas que van desde las 8,30 hasta las 21,30 me han dado pocos respiros. Y para inri final tampoco termino en Unquera, donde no hay albergue, sino que vuelvo a dormir a San Vicente de la Barquera, por donde he pasado a las 5 de la tarde.

        Unas chicas me llevan en coche los últimos 10 kms. Y a las 9,30 de la noche no es buena hora para llegar a un albergue parroquial. El cura me abre después de probar mi paciencia en la espera, en mi segundo intento. Y todavía me somete a un largo interrogatorio, no antes de un más que probable examen visual desde su despacho. Su desconfianza es manifiesta y la justifica contando las pequeñas incidencias sufridas con los vagamundos, cajón de sastre en el que parece que también nos mete en principio a los peregrinos. Consigo distendir la charla, que dura más de una hora, para demostrarle mis caminos, mientras estoy descalzo en su frío despacho. 

          La alegría del objetivo cumplido de esta segunda fase de mi Camino del Norte me ha debido de dar las fuerzas suficientes para no quedarme helado. Porque ni la ducha ni la pequeña habitación de dos camas me han dado el calor necesario. Cambia el reloj de día cuando me acuesto otra vez más  pensando en la soledad  de mi aventura, incomprendido y mal visto por tantos, ahora perdido en aquel inmenso edificio eclesiástico en lo alto de la villa marinera. ¡Pero mi reto esta conseguido!

Martes, 12 de noviembre

14ª  ETAPA:  SAN VICENTE DE LA BARQUERA – SANTO TORIBIO DE LIEBANA         

42 kms

          ¡Día apoteósico... cuando lo tenía todo previsto para el regreso!

          Las 7,35 es buena hora para salir, tras una nueva ducha. El amanecer es excelente y mi mente y mi cuerpo están a tope para seguir caminando. Cambio el rumbo nada menos que 180º y me voy a subir hasta Santo Toribio para hacer la “lebaniega”.

          Subo andando a Armengal, donde desayuno y a las 8,20 me lleva el bus escolar hasta la Venta de Fresnedo, valle del Nansa arriba. Me quedan 38,5 kms y son las 9 de la mañana. Sigo la ruta peregrina, bastante bien marcada porque el pasado año 2001 fue Santo en Liébana. Un colacao en una casa de La Fuente. Montaña a tope. Cicero. Coinciden la ruta jacobea y la lebaniega. Me alimento con castañas crudas cuando empiezo a darme cuenta de mi imprudencia. Mis reservas en la mochila están agotadas y las del cuerpo anuncian su debilidad.

          Bajo justo de fuerzas a Santa María de Lebaña y estoy salvado. Como un poco y charlo en casa de Pedro Posadas en una hora, aunque el matrimonio casi no me deja marchar. Quieren que coma más, pero me resisto con acierto para seguir caminando ágil. Entro en el asfalto del desfiladero de la Hermida, donde ya no hay pérdida.  

          Es la carretera que sube a Potes. Rebeca, la chica del Ayuntamiento de Cillorrigo, me sella, charla un rato y me invita a un café. En Potes sello en la parroquia de San Vicente. A las 18 en punto llego al Lignum Crucis de Santa Toribio, cuando la noche se adelanta en aquel escondite.

         Una tele digital, Canal Viajes, filma el sacrosanto lugar y entrevista al prior. Les llego en el momento mejor para continuar conmigo durante más de diez minutos. Es un reportaje sobre las bellezas naturales de Asturias, donde en esta época no habían pillado a ningún peregrino.

          El prior Vitorio Zabalgogeascoa y su equipo de franciscanos guipuzcoanos me dejarán un recuerdo imborrable. La lebaniega, sellos, merienda, cena en la cocina hablando con todo el grupo, aposento en la casa de la huerta  con 51 camas y un caballo, y un extraordinario trato humano para el último peregrino que llega por allí desde el pasado verano.

Miércoles, 13 de noviembre

CASI OTRA ETAPA:  LIEBANA  -  ARRIGORRIAGA  

25 kms

           El regreso también tiene su anecdotario. Andando y en auto-stop.

          A las 7,50 me despido del anfitrión Vitorio por el portero automático. Al bajar andando hasta Tama, a 6 kms., veo la nieve que está unos 500 metros por encima de mi litera.  Me tomo la paciencia de contar los coches que me ignoran. Por fin el que hace el número 40, una antropóloga trabajando de educadora social aquí, me lleva hasta La Hermida. Sigo andando y me invitan a echar un bocado dos valencianos de turismo que llevan casi un supermercado en la furgoneta. El lugar, en el fondo del estrecho cañón y junto a las aguas bravas, es para recordar.

          Un jubilado me lleva hasta la entrada de Santander. Cruzo por la carretera la ciudad a pie y al mediodía, lo que resulta algo peligroso. Son otros 8 kms. Un joven comercial me coge en una gasolinera y me deja en la calle Buenos Aires de Bilbao a las14,15 horas. Llego a tiempo para comer con Dulce y su grupo en Tendería.  Y sigo andando hasta casa, para mojarme en el último kilómetro, en una ventisca con agua que a rachas he sufrido durante toda la jornada. 

          El viento ha causado estragos, con muertos en Santurtzi y Galicia. A mí me llevaba en el arcén de la carretera. Los 25 kms. de hoy  es el cálculo de los cinco tramos y más de cinco horas a pie. La suma de las seis etapas hace un total de 239 kilómetros, con media de 40 por día.

GASTOS.  Viernes, 8-11-02:  viaje, 2,87;  comida, 3,90;  tarjeta  telefónica,  6.   TOTAL , 12,77 €
Sábado, 9:  desayuno,  3;  comida,  2,80;  barco, 1,65;  cena,  3,15;  albergue, 5.  TOTAL,  15,60 
Domingo, 10:  desayuno,  2,75;  comida,  2;  cena, 6;  albergue, 7. TOTAL , 17,75 €
Lunes, 11:  desayuno, 2;  comida,  2,75;  cena,  2,40;  albergue, 3. TOTAL,  10,15 
Martes, 12:  desayuno, 2,40.  TOTAL,  2,40 
Miércoles, 13:  desayuno,  0,90.  TOTAL,  0,90          GASTO TOTAL,  59,57 €  (9.912 pts.)
El gasto medio día ha sido de 9,9283 € (1.652 pts), viajes  incluídos.


Miércoles, 14 de julio 2004

15ª  ETAPA:  UNQUERA – SAN ESTEBAN DE LECES (RIBADESELLA)

45 kms

          El salto en el tiempo ahora ha sido mayor. El paréntesis en esta ruta ha durado exactamente 20 meses. El reto ahora es hacer Asturias y Galicia, de nuevo en solitario, pero esta vez en año Santo Jacobeo, en pleno verano y con el objetivo de llegar el mismo día de Santiago.

          A las 7,20 el tren me lleva a Bilbao. A las 8 el bus Alsa lo hace hasta Unquera (10,55 h.). Desayuno y salida a pie a las 11,20.  Al principio veo bien la señales por sendas y pueblos. Ando fuerte, aunque mantengo agujetas del lunes, que me di una fuerte paliza desde Artea al Gorbea. De 14,30 a 15,30 como en el camping Rio Purón, a unos 6 kms. de Llanes.

          La tarde se complica, tanto por el calor, como por el exceso de asfalto en carreteras ligrosas. La previsión de distancias se incrementa con tanta entrada a las aldeas y algún pequeño error. De los 57 según la guía, me he ido a 60. Hay que restar los 15 que me llevan unos italianos en coche desde Posada hasta cerca de Arriondas, tramo muy peligroso con curvas, en descenso y sin arcén. El parar a cogerme casi provoca un accidente.

          Paso Ribadesella y llego a San Esteban de Leces a las 21,45, aún de día, después de recibir dos llamadas de ánimo de Zigor y Nerea. Han avanzado los tiempos y esta vez llevo teléfono móvil. Dormimos siete en este albergue municipal: un belga, un irlandés, dos alemanas y un matrimonio italiano de unos 60 años.
          De nuevo he caminado toda la etapa solo y sin rastro alguno de peregrinos. Día de sol y calor, excesivo asfalto y bello paisaje.

 Tren,  1;  bus,  9,48;  desayuno,  1,80;  comida,  8;  cena,  4,50;  albergue,  3.  TOTAL,  27,78 


Jueves, 15 de julio

16ª  ETAPA:  SAN ESTEBAN DE LECES – SEBRAYO (VILLAVICIOSA)

40 kms   

          Sol y calor desde las 8 h. Empiezo mal al equivocarme de salida y volver hacia Ribadesella, 6 kms.de más que me pasarán factura. Desayuno de 11 a 11,15 antes de Prado en una casa-hotel rural. Después todo asfalto por la N634, aunque casi sin coches. En Colunga hay feria y fiesta. Sello en su  moderna parroquia a las 13,15. El BBVA está cerrado y tampoco me da dinero la VISA.  Antes he adelantado al matrimonio italiano. Son los primeros que veo y adelanto desde Irún.

          La tarde me resulta soporífera, a pesar de la ventaja de que se nubla. Me despisto del camino marcado, que me dicen es de gran belleza y junto al mar. El paisaje de carretera con la autovía al lado es aburrido.

          Los italianos me preceden en la llegada al albergue de Sebrayo, porque en el último tramo vuelvo a andar de más y tengo que atravesar una larga campa con hierba alta de gran incomodidad.

          Son las 5 de la tarde cuando llego. Constan inscritos  tres australianos, que después desaparecen, cinco españolas, médicas y profesoras de 47 a 57 años, y el matrimonio italiano, de 61 y 64 años. A última hora llegan el holandés que durmió en Leces y otro chico de Bérriz. En total dormimos 10, lo que para mí resulta una gran alegría.

          Cenamos juntos y compartiendo un poco nuestras reservas, porque en el pequeño barrio no hay tiendas ni bares  ni posible abastecimiento. Y no están los cuerpos como para ir a pie hasta la capital, que son otro 6 kilómetros más el regreso.

          Este albergue no tiene hospitalero, es gratuito y está en buenas condiciones. Lavo prendas y me llama Dulce. Me acuesto el último, a las 23,30,. Junto a mí duerme Karmele, una andereño de Deusto de 57 años, que se ha unido a las cuatro levantinas. Sólo pretenden  llegar a Oviedo. Mi charla más distendida ha sido con ella, por afinidad de cercanía y conocidos comunes en Deusto y Amurrio.
Desayuno, 5,15;   cena, 0,75.  TOTAL,  5,90 €

Viernes, 16 de julio

17ª  ETAPA:  SEBRAYO - GIJON – AVILES

    60 kms

          Uno de mis objetivos más contundentes es dormir siempre en los albergues de peregrinos. Y a falta de ellos en los habilitados para los caminantes humildes. Y en esta ruta, si cabe, lo necesito más por contactar con los míos. La  distancia de hoy sin albergues anunciados y/o oficiales, como tantas etapas del Camino del Norte, no está al alcance de la mayoría.

          Como siempre, la noche anterior estudio casi todas las características del día siguiente y la meta a conseguir. Y hasta hoy, casi siempre consigo llegar. Esta vez, las guías me separan 55 kms. de Avilés. A ellos hay que añadir la “propina” de los errores. Tengo que madrugar para conseguirlo. 
          Salgo de noche, a las 6,05  y llego a las 19,45. No resulta un camino de rosas ni mucho menos. Casi 14 horas sin parar. Y con errores, siempre los hay aquí y para todos. Y con lluvia y escasa alimentación. Vamos al recorrido.

          Aunque de inicio llueve un poco, va a ser un buen día para andar. Qué pena que no he sido capaz de seguir el camino, ni con la advertencia de la guía de Carlos Mencos. Porque me  pierdo de 8 a 9,45 caminando en dirección totalmente contraria, hacia Covadonga, hasta Viñon, 8 kilómetros y subiendo un puerto. Arreglo el tiempo y distancia perdida compensándolo en auto-stop. Del error de salida al de la N634 y la AS19 de Gijón a Avilés, con un recorrido muy desagradable y pesado por el inmenso tráfico y camiones.

         Atravesar Gijón me cuesta más de dos horas, en las que sólo veo su playa principal  y el paseo durante media hora, único aliciente para un pequeño disfrute de la vista. Como un bocadillo casi sin  parar y hago una operación en el BBVA, donde aquí la VISA si me da el dinero que le pido. Son las pesadas, calurosas y soporíferas  2 de la tarde cuando estoy en el ecuador del paseo y playa. Me queda el martirio de 21 kms. a Avilés. Me rindo a buscar las flechas amarillas para no perderme más y me someto al cruel asfalto, gran peligro.

          El tramo  restante es poco recomendable. Porque a una salida de la ciudad poco atractiva le sucede la monotonía y como remate el extrarradio de Avilés, que parece un basurero de chatarra. Los restos de Ensidesa, que en sus mejores dias trabajaron 25000 personas,  y su entorno me hacen  sufrir el espacio más degradado y depauperado que he visto en los últimos años.

          Menos mal que el albergue está en el centro. Dormimos 12, seis españoles. cuatro belgas y dos checos. Hay 47 camas y consigo cenar. Después  un susto de casi una hora, al encontrar cerrado el edificio a las 23,30 h. Una ligereza del encargado, que se había ido de ligue con las dos belgas que llegan al anochecer.   

          Ha sido una etapa para el recuerdo, por conseguir mi récord de distancia y horas en verano. Y como alimento sólo dos bocadillos, dos cafés, dos frutas y mucha agua.

Desayuno  y  otro  café,  3;  bocadillo, 3,10;  cena, 5,50;  albergue,  5. TOTAL,  16,60 

Sábado, 17 de julio

18ª  ETAPA:  AVILES – SOTO DE LUIÑA (CUDILLERO)

45 kms

             Lo que he previsto como una etapa de descanso resulta lo contrario. Tiempo bueno, pero señales y obras de la autovía nos pierden a todos. Y más que otros días. Tardo cuatro horas más de  lo previsto para 33 kms. sobre el mapa. De 7,15 a 17,45 h. han sido 10,5 horas sin casi descanso.

          Lo peor es que en una pedrera casi vertical, tras retroceder del monte de otro extravío, una mala pisada me provoca una caída muy peligrosa y solo un esguince en tobillo izquierdo. Son las 15,30 y me quedan dos horas largas cojeando e inseguro de la ruta que sigo. Los dos últimos kilómetros, con el tobillo exageradamente hinchado, sufro mucho para llegar.

          En lo positivo está que hoy he caminado acompañado a tramos y disfrutando con ellos. Han sido seis, tres parejas de madrileños, belgas y checos coincidiendo en las horas iniciales.

          El albergue de Soto de Luiña es la antigua escuela. Son 20 camas. El libro de su control y sello están en el bar Ecu. Hay fichados 75 durante la última semana, y de ellos 48 españoles. A última hora llegan cinco jóvenes madrileños, que han empezado a andar en Cudillero. Parecen novatos en el tema.

Desayuno,  2,80;  compra  supermercado, 5,10.  TOTAL,  7,90 €

Domingo, 18 de julio

19ª  ETAPA:  SOTO DE LUIÑA -  PIÑERA (NAVIA)

50 kms

          De 7 a 19,15 h. Con sólo dos horas para comer en Almuña con los tres madrileños y la asturiana, más otros 15 minutos de desayuno en Cadavedo. Todo por asfalto. A ritmo de samba, de 5 a 5,5 k/h. Es la primera etapa que hago casi entera acompañado. Con Juan el de Iberia hasta el desayuno. Con el matrimonio de Henares y la profesora asturiana después un buen rato.

          Tres razones  nos  empujan a todos hacia adelante, después de comer juntos. Las moscas, la suciedad y soledad del albergue de Almuña, las horas que tenemos por delante, y la fuerza de los más optimistas como yo, a pesar de que sigo cojeando. Los 15 últimos kilómetros no me aguantan el ritmo.

          Piñera es otra aldea sin nada, esta vez del municipio de Navia, donde han aprovechado la innecesaria escuela de niñas de los años setenta, para que pernoctemos los peregrinos. Son 20 camas en literas, que veo difícil se llene algún día. Estamos a 6 kms. de la “capital”. De los 9 que hoy dormimos, la compañera asturiana llega agotada y herida de los pies hasta el punto de que pierde el conocimiento cuando empiezo a curarla.

 Desayuno,  1,70;  comida,  10.  TOTAL,  11,70 

Lunes, 19 de julio

20ª  ETAPA:  PIÑERA – RIBADEO

40 kms

          Con 31 años, no la vi cuerpo ni piernas que me atrajeran un mínimo. Sólo pensé en curarla. Y se me quedó inerte tumbada en la cama. Me sentía un poco culpable por animarla demasiado, porque ya me lo había dicho la noche anterior. Y también en la comida. Venía mal. Pero las moscas, las del albergue de Almuña le causaron peores sensaciones. Gloria, sólo  fue un momento el desmayo, se recuperó un poco.  La terminé de curar las ampollas. También sufría tendinitis. Durmió casi toda la noche.

          A las 7,10 me despido de la asturiana. Nada grave, pero abandona. La saludo con un susurro  de cariño para no despertarla del todo. Y arranco sólo, porque el camino, como la vida, sigue y sigue para la mayoría. Y vuelvo a la soledad, tras dos etapas acompañado. No se han atrevido con  mi objetivo. Decían anoche  no poder con tanto. Y entre tanto solitario, lo bueno es que cada uno va a su bola y respeta la bola de los demás.  Aguanto con el esguince, sólo aplicándole pomada antiinflamatoria por las noches. Aunque lo tengo muy hinchado y esta tralla  no puede ser buena.

          Me resulta fácil la jornada ya habitual de más de ocho horas que me lleva por carretera a las 15,45 a entrar en Galicia, al albergue de Ribadeo, Unas gotas aparatosas me han obligado a enfundarme en el chubasquero la última hora. enfundarme en elk  de las más rápidas, llegando el segundo y quedándome una larga tarde para descansar y disfrutar. Dormiremos ocho, donde hay doce camas en un pequeño edificio moderno ubicado casi encima de la ría de Eo. Unas gotas aparatosas en el último tramo sólo me obligan a enfundarme en el chubasquero. La seguridad de que la etapa de hoy no tenía pérdida me ha dado alas.

          Una anécdota agradable. Rocío es una podóloga profesional que de manera voluntaria acude estos días al albergue a curar los pies. Mira los míos, que están casi perfectos. Sólo me aconseja un paquete de guisantes congelados para rebajar la hinchazón del tobillo. Su simpatía, profesionalidad y belleza sorprenden con agrado.  “Préstame tus pies”, es amablemente rotunda cuando me los pide para que el reportero de “La Voz de Galicia” nos haga veintitantas fotos de “la cura a un peregrino”. De paso me pincha una uña y me enseña el fácil remedio para extraer la sangre, que de no hacerlo puede acabar desprendiéndola. ¡Agradable la Rocío!

          Después, unas horas para la visita turística al pueblo marinero, donde ceno en el puerto una ración de calamares frescos y algo más. La extraordinaria noche invita a que dos ciclistas sevillanos y otro singular madrileño duerman en el suelo en la terraza encima del albergue.

Desayuno,  2,60;  cena,  6,40.  TOTAL,  9 €

Martes, 20 de julio

21ª  ETAPA:  RIBADEO – MONDOÑEDO

40 kms

          Hoy repetición de asfalto y de kilómetros por la N634 para no perderme y para asegurar una mejor pisada con mi herida pierna izquierda. De 7,15 a 16,45, sólo dos novedades. De 9 a 10 me desvío a ver la playa de las Catedrales, cerca de Barreiro y a 6 kms. de Ribadeo. Y en Lourenza no me resisto a perderme un buen menú del día de 14 a 15 h. y refrescarme los pies.

          Menos mal que en Mondoñedo hay albergue, que no figura en mis guías ni lo conoce aún  mucha gente. Se ha abierto el pasado 19 de marzo y  está de maravilla. Tiene dos plantas para dormir con unas 24 camas, además de cocina y amplia sala en la planta baja. No está atendido. Hay que registrarse en la Policía Municipal. Hoy sólo dormimos cinco chicos, aunque ya figuran 485 inscritos por los municipales desde su inicio. Dos estudiantes de Barcelona de buen nivel, pero de etapas muy cortas, con los que tengo una distendida y larga charla  después de cenar. La otra pareja son los folclóricos sevillanos en bici de la terraza de ayer, que en su cachondeo andaluz dedican más tiempo a comer que a pedalear.

         El calor previsible en estas fechas nos está perdonando. Madrugar en verano es bastante conveniente, pero más con distancias ambiciosas. El tiempo nos está siendo muy favorable.

Desayuno y fruta, 3,70;  comida,  6.  TOTAL, 9,70 €

Miércoles, 21 de julio

   22ª ETAPA:  MONDOÑEDO – BAAMONDE

65 kms

          Un récord no programado. Pero bienvenido sea, aunque sólo tenga el valor personal, como casi todo en estas andanzas desinteresadas.

          Ha sido una etapa muy fuerte, hecha por el camino marcado, con algún extravío que calculo ha sumado 7 kms. a lo marcado como oficial. Estas cifras son siempre una estimación hecha a final del día, de albergue a albergue.

          Abadín, arriba en la montaña, es para desayunar. Villalba, el pueblo que vio nacer a los insignes Fraga y Rouco, para comer algo, ducharme en el albergue y contemplar la villa, acompañado de un peregrino de Santiago. No falta el sarcástico comentario de que “ellos” lo tienen un poco raro para peregrinar, si nos atenemos a que la “auténtica” ruta es para cada uno la que va de  su casa a Compostela. Este ha venido hasta Gijón en bus y no conoce a ningún santiagués que destaque en este hecho.

          Está avanzada la tarde (16,45 h.) cuando me  lío a la salida de Villalba, como si me sobraran las horas. Es bonito el paisaje que me resta, aunque un poco traidor por sus vericuetos y caminos, que me alargan caminando hasta las 22,10 h.  ¡Y he salido a las 7! ¡Y no he parado a comer!

          Con todo, llego de noche y... “fresco”. Hubiera podido no sé cuanto más. Otro buen día para caminar, aunque la soledad, la alimentación escasa y las dudas del itinerario no ayudan. Sin embargo, lo del esguince ha sido como un acicate para la superación.

          Hay ambiente en el albergue de Baamonde, donde  la hospitalera Conchi me sorprende con su “brazo de hierro”. Amenaza con llamar a la Guardia Civil y echar a todos a la calle por unas risas en el dormitorio. Yo lo vivo en directo cuando estoy entrevistándola en su despacho. Este aumento de peregrinos se debe al “efecto 100”, lo de la Compostela andando 100 kms. Hoy dormimos 25, en mayo han sido 1.072, en junio 1.353 y 3.000 la previsión de julio.

          El bombardeo de preguntas a mi llegada, la ducha, la crónica y una larga charla con la joven asturiana, mi vecina de cama, llevan a las manecillas del reloj a la 1,30 de la madrugada.

 Desayuno,  2,10 

Jueves, 22 de julio

23ª ETAPA:  BAAMONDE – SOBRADO DOS MONXES

44 kms

            El tramo gallego de esta ruta está señalizado a lo largo de los 170 kms. calculados en el momentodecolocar los mojones de hormigón. Desgraciadamente en la actualidad han sido arrancados demasiados  puntos kilométricos que habían sido incrustados en acero inoxidable perfectamente visibles. Al ritmo que “trabajan” los saqueadores, pronto se convertirán en pieza de museo.

          Esta etapa sí que me resulta dura. De 8 a 18,10 h. La previsión no parece tan difícil, aunque ya se nos ha comentado la carencia de infraestructura y servicios. Ni pueblos, ni bares ni fuentes. Y en el k 88 en un puente soy el primero en un control de la Guardia Civil a las 11 h. Nos toman todos los datos a mano y se justifican por las carencias y largas distancias de la comarca...como si ellos pudieran ayudarnos. De nuevo estos medios, el bolígrafo y la libreta, aunque sí llevan coche pero no veo la emisora, nos muestran una zona en otra década.

          Después de  desayunar y ver el pueblo en media hora,  camino durante hora y media con cinco jóvenes de Raíces, cerca de Avilés, con las que he charlado y dormido anoche. Aunque andan muy bien  las dieciochoañeras, no van a poder llegar sin la ayuda de coches. La etapa es tan dura, que ya no veré a nadie. ¿Donde está la muchachada de anoche?

          En Silvela-Friol, a las 14,45 como un tentempié. No sé si a aquello se le puede llamar bar, porque ni siquiera tiene agua corriente en el local. La Celia tiene sello y NIF, pero dice  que al letrero “se lo ha llevado el viento”. Así que tampoco hoy le había entrado aún nadie. Sufro mucho para terminar a las 18,10 h. los pocos kms. que me faltan. He debido gastar demasiadas reservas de mi organismo y empiezo a pagar la factura. Siento la “pájara”, física y mental.
     
            Debía ser más mental que de alimento, porque tras la llegada me recupero al instante. Y no pierdo un minuto en descansar. Hay que moverse para acomodarse en el albergue de dentro del monasterio. No hay camas, ocupadas ya las 66 plazas, y apenas sitio. Tiramos seis colchonetas debajo de la escalera con las chicas asturianas y ya estamos salvados.  Fuera hay cuatro grandes tiendas de campaña del ejército que no serán ocupadas. Dentro, en el patio, hay varias de ataque, llenas de peregrinos.

         El monasterio de Sobrado,  fue por sí solo mucho más que un pueblo. Comparable a los de Samos, que he descubierto el pasado mayo, Veruela, Silos o Guadalupe, a los que saco parecidos, merece más que unas líneas. Fue fundado como monasterio familiar y dúplice (para hombres y mujeres) en 952. Durante la segunda mitad de s. X vivió una época de prosperidad con el abad san Pedro de Mezonzo, antes de ser nombrado obispo de Santiago. En 1.142 se integró en la orden del Císter, siendo el primer cisterciense de España. Es larga, muy larga su trayectoria, su poder, sus cambios y vaivenes, siendo en el s.XVII su época de mayor impulso constructivo,  hasta llegar al abandono tras los procesos desamortizadores del s. XIX. En la actualidad está casi totalmente recuperado y se muestra gran parte de su antiguo esplendor. La impresionante portada barroca de su iglesia monasterial  (1700)se puede ver en parte en la foto de conjunto de la portada del folleto que ha editado la Xunta de Galicia en 2004 y que me acompaña en este viaje.
         
           No me pierdo las vísperas  cantadas por los monjes ni una visita privada a mi aire por la mayoría de su laberinto arquitectónico de demasiadas puertas abiertas. Todo sin olvidar la cena, que por un poco no consigo en su interior en la hospedería. Tengo que salir a casi dos kilómetros a cenar  demasiado a prisa. La influencia del cierre del monasterio a las 22 h., y no veo posibilidad alguna de entrar si eso me ocurre, me apura hasta el punto que la propietaria del mesón me devuelve puntual en coche cuando tañen las campanadas como si me esperaran a mí.

            Después no es el día de la puntualidad monástica. Porque el hermano Francisco, el joven  portero habitual que hoy ha sufrido una colitis, tiene el aguante de pasar a  ver el  buen ambiente y saludarnos casi a las 23 horas.

Desayuno,  2;  comida,  2;  cena,  7.  TOTAL,  11 €

Viernes, 23 de julio

24ª  ETAPA:  SOBRADO - ARZUA

22 kms

         Una etapa de descanso y cachondeo que al final no lo es tanto. Salimos a las 10 los últimos y la hagoentera con las asturianas y dos italianos que buscan la juerga propia de su edad  con las cinco yogurcitas.  De entrada veo claro que las rondan a partir de levantarnos y me presento “serio” como su padre, lo que en un principio consigo que me crean para mayor risa de mis chicas.

           El relajo y la confianza de ser una etapa muy corta y sin dificultades, el calor posterior, las paraditas,  la falta de un ritmo constante, nos acaban cansando. Con todo, hoy es mi “día de descanso”  y al final me acompaña la suerte.

        Consigo la última cama, la 46, a pesar de llegar a las 15,15 h. Mis compañeras  duermen juntas y en colchoneta. En total seremos 85, pero nos dicen que en el polideportivo también duermen algunos grupos.         

          Las radios y televisiones rondan el albergue en busca de sus noticias o rellenos.  Una periodista de la COPE se nos cuela en el dormitorio, pero va a escoger mal a sus entrevistados. En casi una hora de preparación de la entrevista que nos hace a tres catalanes y a mí para un programa en directo a las 8 de la tarde, le salimos respondones y casi la bombardeamos a preguntas y acusaciones. Nos negamos a colaborar en su emisora y el tema desata la ira algún español. Cuando bajo a cenar la entrada y delantera del albergue ya está ocupada por la tele  y los readiofónicos. Pero le faltan entrevistados, porque la mayoría “pasamos”.

Desayuno, 1;  cena, 7.  TOTAL,  8 € 

Sábado, 24 de julio

25ª  ETAPA:  ARZUA - MONTE DO GOZO - SANTIAGO

40 kms

          Por si acaso madrugo a las 6,15. Y acierto, porque a partir de las 12 el calor se hace muy duro. Cuando llego a las 13 h., la cola en Monte do Gozo es de más de 500 personas. Hoy esto ya es otro Camino. Controlarnos y distribuirnos nos hace sufrir dos soporíferas horas. Dormiremos unos 750.

          Fiel a mis principios de peregrino clásico y sufridor, cargo mi mochila de la que no me desprenderé en toda la larga tarde, cual caracol con su cáscara, y bajo andando a la Catedral con un calor de justicia. Sólo, sorprendentemente sólo. Claro, están ya “todos” en la cola de la Compostela, dos horas y media, hasta las 19,30.

         Lo de la mochila me terminará jodiendo.  De 6,15 a  2,30 de  la madrugada son siempre demasiadas horas. Pero si le sumamos el calor de casi 40º, las colas, el gentío y el estorbo pasa a ser una enemiga. Porque ni es necesaria para justificar la preciada Compostela, ni obstáculo de seguridad para llevarla a la misa de 8 en la Catedral, que celebra el Cardenal  de Madrid Rouco Varela.

      La víspera ya es la fiesta. El gentío impresionante. La espera para cenar en Casa Manolo es de dos horas, pero yo, erre que erre, repito algunas costumbres. Después los fuegos artificiales reúnen posiblemente la mayor concentración humana de este año santo jacobeo. Continúo a pie con el paisano burgalés que comparto noche hasta el macrofestival de la plaza Galicia, desde donde  nos resulta otra epopeya coger un taxi para llegar a dormir. La última anécdota simpática y sorpresiva para ambos de esta agotadora jornada es que mi compañero casual desde las 9 de la noche duerme al lado de mí.                   

Desayuno, 2;  pincho, 1,50;  cena, 8,50;   taxi, 5.  TOTAL  17 €

Domingo, 25 de julio – Festividad de Santiago

EL DIA DE SANTIAGO EN SANTIAGO

      A las 9 bajo andando y cargo de nuevo la tendinitis que ayer empezó a asomar y me dolerá mucho en la noche de hoy. Los “pastilleros” y su música siguen en el vértice diagonal del pabellón de los peregrinos y he conseguido descansar y dormir más de cinco horas.

      El calor y el gentío siguen la tónica de ayer tarde y noche.  Saco billete de vuelta en Renfe y aseguro albergue en el Seminario Menor, donde dormiremos más de 500, varios en el suelo.  La mañana se complica para los peregrinos, como era de esperar, con la presencia de los Reyes de España y su corte, que nos usurpan e impiden la asistencia  a la “misa del peregrino” de las 12. Tampoco me sorprende que no me hayan dejado leer como en ocasiones anteriores, aunque sí me han anotado para hacerlo en la de 13,30, que se ha retrasado hasta las 14 h. Después, las prisas y un error de la atareada monja María Jesús me deja  “plantado” cerca del altar y detrás de una de las  cámaras de televisión. Se ha debido de pensar que era el “cámara” de repuesto.

           A la  locura de la mañana, donde la plaza y edificios del Obradoiro parecen reservados para los elegidos” constitucionalistas y la de la Quintana para el pueblo y los independentistas, ambas apestadas de “protección” policial, civil  y médica, sucede una tarde de huida y calma. Parece que, tras desaparecer los Reyes de la vista de los mortales, se ha acabado la fiesta. A mí me hace falta una buena siesta hasta las 19,30.  Después, la cola para el abrazo al santo y el ceremonial religioso es algo más fluida y lo consigo a última hora. 

          Disfruto poco, muy poco, de este día de Santiago, a pesar de haber conseguido ambiciosos objetivos. Es mi quinta llegada, dos años después de iniciarla en Irún-Santiago, 39 después de la que  hiciera en 1965 en auto-stop, y 50 años han pasado desde la trágica muerte de mi hermano Germán, ahogado en el río Nervión de Amurrio. También cierro el ciclo importante de hacer en tres años las cuatro peregrinaciones desde o por las cuatro capitales de los herrialdes vascos de Hegoalde. Pero me resulta más un día de recuerdos nostálgicos. Entre los pocos peregrinos conocidos, sólo comparto un buen rato con los catalanes de Arzua en el final de la cena y el puntual regreso a las 23,55 h. al Seminario.

        Del regreso, poco o nada qué contar, habida cuenta que resulta una repetición sin anécdotas de los anteriores y con el calor esperado de la familia. Dulce me saca la última foto en la plaza de Arrigorriaga y Nere me recibe trabajando en el Poli.

Desayuno, 3;  comida, 8,80;  cena, 2; albergue, 5. TOTAL  18,80 €.  Viaje  regreso  en tren,  35,50  €.
El total de gastos de estos 12 días ha sido de  135  €. (22.462 pts.)  El gasto medio por día, 11,25 €. (1.872 pts.)
Los dos viajes han costado  45,98 € (7.650 pts.)





[1]  VAZQUEZ DE PARGA, L; LACARRA, J.M. Y URIA, J.: Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Madrid 1948, Tomo III, pág. 497. 

(2) Tomo II, pág. 499.


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