EL CAMINO DE SANTIAGO DEL NORTE
(2002 -2004)
En tres tramos de autonomías
En verano y en otoño
En grupo y en solitario
Y el Camino Lebaniego
De Santiago de Irún a Santiago de Compostela
Del día de Santiago (2002) al día de Santiago (2004)
39 años después de mi primer Camino termino el quinto
EL CAMINO DEL NORTE: BREVE HISTORIA Y PEREGRINOS.
El origen de la peregrinación a Santiago por la ruta de la costa cantábrica se remonta a los momentos inmediatamente
posteriores al descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago el Mayor
(hacia 820). Los caminos del antiguo Reino de Asturias fueron pioneros
en encauzar peregrinos a Santiago. La ruta de la costa gozó de una
vitalidad semejante a la de los demás caminos jacobeos “primitivos”,
antes de que en los ss. XI-XII los monarcas hispanos potenciasen el
Camino Francés como itinerario jacobeo privilegiado, vertebrando los
reinos cristianos del norte peninsular. La promoción del Camino Francés,
sin embargo, no supuso la decadencias de los caminos astur-galaicos ya
que la peregrinación en el tramo León-Oviedo se potenció desde finales
del s. XI.
A
través de esta ruta medieval se constituyó una corriente jacobita
internacional encauzada hacia los santuarios de Oviedo y Santiago de
Compostela, no tan nutrida como la del Camino Francés, pero con una
vitalidad constatable hasta el s.XVIII. Estos peregrinos venían por
tierra desde Francia, o por mar, recalando en los puertos vascos y
cántabros, procedentes de los países atlánticos (Inglaterra, Flandes,
Alemania y Escandinavia). Después caminaban hacia el santuario de San
Salvador de Oviedo y la catedral de Santiago.
Entre los miles de peregrinos que caminaron a Santiago por el Camino Norte destaca la figura de san Francisco de Asís. Según la tradición, peregrinó a San Salvador de Oviedo y a Compostela en 1214. A finales del s.XV el obispo armenio Mártir de Azerbaján
peregrinó a Roma y a Santiago; tanto para la ida como para la vuelta
eligió el Camino Norte, pasando por el País Vasco, Cantabria, Asturias y
Galicia. Del s. XVI existen dos relatos de peregrinos que siguieron
parecida ruta: Antonio Lalaing, señor de Montigny (1502), y el italiano
Bartolomeo Fontana (1539).
Durante
al época barroca también hubo peregrinos que escribieron sus
experiencias e itinerarios. Jacobo Sobieski (1611), padre del rey Juan
III de Polonia peregrinó por el Francés hasta León, tomó el desvío a
Oviedo y se dirigió por el de la costa hasta Ribadeo, para seguir a
Santiago por el Camino Norte. El italiano Sebastián Gatti llegó en 1698 a
Ribadeo por mar y continuó a pie hasta Santiago. El francés Guillermo
Manier y sus compañeros de peregrinación eligieron, en 1726, el Camino
Norte como itinerario de regreso a Francia. En 1790 el francés Jean
Pierre Racq escribió un relato detallado de su peregrinación a San
Salvador de Oviedo y a Compostela.
EL CAMINO POR BIZKAIA
En cuanto a la provincia de Bizkaia, parece claro que no fue un camino proioritario. De su dudosa transitabilidad y escasa aceptación
en épocas anteriores nos dan una idea las poquísimas menciones
comprobadas del paso de romeros, si bien la tradición ha hecho
retrotraer a momentos anteriores realidades que solo debieron darse
mucho más tarde y, al parecer, nunca de forma multitudinaria, como la
que realmente marcó la vía franca.
Veamos
esas noticias. En primer lugar disponemos de un significativo relato
del Obispo de Porto, cuando en 1120 se ve obligado por una persecución
personal a desviarse hacia el Norte, en su viaje de regreso de Roma a
Santiago. Su impresión no puede ser más desastrosa sobre la ruta de la
costa y apenas puede referir más noticias que lo accidentado del
terreno, fragoso e incómodo, lo ininteligible
de la lengua de sus habitantes y los continuados retrasos y rodeos a
los que obligan ríos y montañas . Sus recuerdos se limitan casi a las
ásperas subidas y a la búsqueda de vados.[1]8
Alrededor de esos años, el propio Aymeric Picaud, al hablar de la zona vascona, desaconseja implícitamente
su utilización, por discurrir por un país poco civilizado y cómodo para
el caminante, así como por la naturaleza huraña y violenta de sus
habitantes. Igualmente . Al mencionar el texto de Al Idrisi, apuntamos
ya su impermeable silencio sobre el tercio oriental del Cantábrico,
cuando describe la ruta Santiago-Bayona por mar. En ambos casos puede deducirse con facilidad la escasa popularidad de este trazado.
Hay
que esperar al s. XV para obtener el testimonio de un peregrino de
importancia, el obispo armenio Mártir, de Azerbajan, que en 1494 realizó
el viaje de ida y vuelta por
Bilbao, Santander, Santillana y San Vicente de la Barquera a Oviedo. A
pesar de la parquedad de las noticias que ofrece su relato, consigna,
sin embargo, su estancia al regreso en “la ciudad grande de
Portugalete”, en donde descansó cuatro días [2]
Finalmente,
y quizás sea este el más interesante, contamos con un documento del
Archivo Municipal de Orduña sobre las condiciones del año 1506 en el
arrendamiento del beneficio de guía para atravesar el Paso de la Peña.
En él se especifica la obligación de no cobrar por este servicio o
“guía”a “ ningún frayle ni romero que pasare ni de ningund clerygo que
vaya en rromeria a Santiago”, previsión y privilegio que ratifica la
posibilidad del tránsito de este tipo de gentes.
Con
tal escasez de testimonios y tan rudimentarios elementos resulta muy
difícil reconstruir con absoluta certeza los hitos del Camino en el
ámbito vizcaíno. Pero otros datos, de muy variada índole y valor, han
sido utilizados en la recreación de los itinerarios. Por último hay que
significar que las advocaciones a santos de carácter caminero y
vinculadas al fenómeno jacobeo como Santiago Apóstol por supuesto,
además de Santo Domingo de la Calzada, San Martín de Tours, Santa
Marina, San Cristóbal, o incluso Santa Magdalena y otros, no resultan
por sí solas justificativas de que pasara el Camino. En general suelen
encontrarse asociados a caminos, por el carácter protector de los
transeúntes que les adjudican sus propias hagiografías, sin tener que
ser cierta su vinculación determinante a rutas de peregrinación a
Santiago.
ANTECEDENTES
Este
Camino se empezó a gestar haciendo el anterior, en el albergue de Palas
de Rei. Azkona me informó que se preparaba algo en Bilbao para
sensibilizar y potenciar el jacobeo por Euskadi. El 12 de julio,
mediante una rueda de prensa a la que asisto en la asociación de Bilbao, se difunde la iniciativa para los medios.
“1ª
Marcha Literario-Artística por el Camino de Santiago por la Costa”. Así
dice el cartel anunciador. Organizan las Asociaciones de Amigos de
Santiago de Bizkaia y Gipuzkoa. Colabora EITB. Voy andando desde casa a
la reunión, donde hay poca prensa y menos peregrinos. A la salida me
hacen una entrevista para El Correo sobre mi reciente viaje de mayo a
Santiago, como peregrino y escritor. Se publica el día siguiente
completando una página entera del Camino.
La
marcha pretende relanzar el viejo camino del norte junto a las costas
guipuzcoana y vizcaína. Será el primer recorrido colectivo organizado
con amplia difusión. Se le quiere dar un espíritu peregrino y cultural,
invitando a escritores y otros artistas. Las etapas serán fijas, con
noches en Irún, Donosti, Zarautz, Mutriku, Markina, Gernika, Larrabetzu,
Bilbao y Portugalete, para terminar en Castro (Cantabria) el sábado 3
de agosto.
Me parece interesante. Dulce me anima. Hago los planes para participar.
Jueves, 25 de julio 2002
EL DIA DE SANTIAGO: DE ARRIGORRIAGA A IRUN
La mañana es muy triste. A
la impertinente y fría lluvia, se nos une el funeral por Marian García
Barcenilla, a la que un cáncer de estómago se la lleva con 38 años. La comida es rápida, porque Dulce, Zigor y Ainara me llevan hasta Zuazo, desde donde el tren de E.T. de las 15,10 me transporta hasta Irún-Puente Santiago a las 18,20 horas.
Hay
concentración de peregrinos, entrevistas y cámaras que recogen los
saludos y la salida de los 48 que iniciamos aquí la primera jornada de
contacto.
Vamos hasta la Iglesia de la Virgen del
Juncal y desde su puerta se hacen los actos protocolarios de discursos y
bendición católica del grupo y la marcha. Me sorprende un poco que no
nos hayan abierto el templo, aunque los organizadores piden todas las
disculpas.
El Juncal de Irún |
Completamos
la tarde con la visita a las ruinas arqueológicas de la ermita de Santa
Elena (s.I) y la cena en el bar la Agrícola con presentación de los 38
comensales. No consigo dormir ni una hora en el frío y duro suelo del
frontón Uranzu en una noche de estruendosa lluvia y ruido callejero.
Viernes, 26 de julio
1ª ETAPA: IRUN – DONOSTIA
28 kms
De 4 a 6 llueve torrencialmente. Parece que se va a hundir el tejado de vieja chapa. Nos está anunciando un mal día para empezar. ¡Chubasqueros y capas, a defender nuestros cuerpos!.
Desayunamos
a las 7 y nos dividimos en dos grupos, de unos 20 y 28, que
compararemos los recorridos por Jaizkibel-Pasaia y por
Errenteria-Astigarraga.
Levanta el tiempo. Los del Jaizkibel paramos
de 11 a 13 en Pasaia, con pasada de la ría en barca y desayuno
repartido en los bares típicos de los municipios pesqueros de San Juan y
San Pedro. La vieja bodega sampedritarra en la que almuerzo un bravo
bocadillo de atún invita a repetir excursión.
Atravesar la bahía de Pasajes en es un pequeño laberinto para el peregrino |
La bahia donostiarra de La Concha la vimos y disfrutamos a gusto |
Dos
horas de baño y sol con siesta incluida, que de no avisarme me hubiera
mojado la marea, una recepción en la nueva parroquia de Santiago con un
don Pablo entusiasmado de recibirnos, conferencia jacobea y ágape
incluidos, para llegar después al frontón Atano III de Anoeta a las
19,30. Nuevo Mundo es una escuela-grupo de monitores de tiempo libre
cercanos a la parroquia. La idea, la amabilidad y la merienda que nos
han servido merece nuestro sincero agradecimiento y aplauso.
La
cena comunitaria, siempre voluntaria, en el restaurante Jarcha de la
calle Isabel II-4, vuelve a ser la necesaria convivencia distendida y
cultural del grupo. En ella se charla, debate, critica y ríe,
acompañados del bocado y trago dulcificantes del cuerpo.
Sábado, 27 de julio
2ª ETAPA: DONOSTIA – ZARAUTZ
24 kms
Diana
a las 6,30 y salida a las 7,00. Desayuno rápido. Por Ondarreta e
Igeldo. Montaña y costa. Excelente día. Almuerzo a las 11 en sidrería
Venta de Orio, con bocadillo de tortilla de bacalao y media botella de
sidra. Son 7,20 €.
Orio. Cuesta de San Nicolás, por donde bajamos |
Cena
a las 21,30 h. En el comentario, las bajas, por heridas, cansancio o
trabajo, y la incorporación de un alemán, un valenciano y un murciano.
También son motivo de satisfacción las colchonetas para dormir y la
hospitalidad en el polideportivo.
Domingo, 28 de julio
3ª ETAPA: ZARAUTZ – MUTRIKU
29 kms
Me adelanto en la salida. Camino sólo junto al mar hasta Getaria, a 3,5 kms, donde desayuno a las 8. De aquí se sube hacia los caseríos Akerregui, por donde ya me uno a algunos del separado grupo. Alguna pequeña pérdida y a las
10 sello en la parroquia de San Pedro, en Zumaia. De la montaña al mar y
de nuevo a la montaña de Itziar. Sólo dos nos quedamos a la misa de las
13 h
Hoy el grupo de unos 40
está del todo roto y hay distancias tan significativas que no vemos
apenas nadie por delante ni por detrás.
Santuario de Itziar |
El día está con mucha niebla y
humedad, bueno para andar y sudar. A las 2 de la tarde pillo a Zigor en
Deva cuando ya arranca el tren para Eibar. Le felicito por su 27
cumpleaños. Me estaba buscando hacía
rato entre todos los peregrinos. Aunque conseguimos reunir de nuevo a
todo el grupo, en el tramo final tenemos otras dos alternativas. Yo
conduzco a sólo un grupo de seis que se atreven por la difícil del
monte, la de la ermita del Calvario, que resulta de una extraordinaria
belleza, aunque más larga. La otra va por la estrecha carretera de
curvas tocando el mar.
Mutriku es
un pueblo en ladera pronunciada, con el mayor ambiente en su puerto y
cercanías. Pues el polideportivo está en el punto más alto y lejano, a
donde llegamos a las 15,15 h.
A
la tarde me encuentro pronto con Dulce, Nere y Jose, que han venido a
visitarme. Aún tenemos tiempo para un baño en la playa de rocas, un
paseo por el puerto, ver el pueblo y nuestro “hotel”, una visita a Zigor
en Deva de 20 a 20,20, en un descanso de su trabajo entre trenes, y el
regreso a la cena comunitaria en el restaurante Kai, con el excelente
ambiente de todas las noches.
Lunes, 29 de julio
4ª ETAPA: MUTRIKU – MARKINA
22 kms
Aunque
ayer marcharon varios por trabajo y otros motivos, es una alegría
contar 38 a la salida a las 7,30. Tenemos por delante una etapa corta
pero sin infraestructura para alimentarse. De salida, sólo un café de
máquina y alguna madalena compartida de algún previsor, será lo único
que vamos a comer.
Al ser la etapa casi totalmente por monte, más nos
parecemos a una excursión mañanera de un grupo alpino. El recorrido,
planificado por Olatz, Rostolamendi y La Magdalena, varía y sólo pasamos
por el pequeño barrio prácticamente deshabitado de Larraskuain.
Los
últimos 4 kilómetros son por la peligrosa carretera de Ondarroa a
Markina, a donde los primeros llegamos a las 11,45 hambrientos a su
plaza principal. A las 13 ya estamos acomodados en el polideportivo
Atxondo.
Aldea de Larruskain, a 9 kms. de Markina |
De
15 a 19 h. aprovecho bien la tarde para visitar con David Barbero casi
todos los monumentos de la villa. La ermita de San Miguel de Aretxinaga
(1740), el cementerio, la
parroquia Santa María de Xemein (s.XVI) y el convento del Carmen los
examinamos con tiempo. El ayuntamiento (s.XVII), la torre del Reloj, la
plaza ajardinada con el humilladero y ermita de la Virgen de Erdotza, la
fuente del Niño Jesús de Praga, y los palacios de Ansotegui, Bidarte
(s.XVIII) y Solarlekua los vemos de pasada.
En
la guía que nos han preparado las Asociaciones de Bizkaia y Gipuzkoa
han detallado con esmero el recorrido y los lugares recomendados para
ver y visitar. Es obvio que la cultura de la mayoría busca más la
gastronomía que el arte. Y esto se contagia más en los grupos grandes.
Me siento de los raros que antepone la visita al rincón monumental que al bar. Pero en Markina Xemein tengo tiempo para todo. La bonita y lujosa villa lo merece. Y el tiempo me lo permite.
A
una mañana de escasa alimentación le sucede una tarde-noche de
sobredosis con dos cenas. Porque no estaba previsto que en la recepción
del alcalde a las 19 h., aunque de manera informal, nos agasaje
con un lunch que no podemos terminar. Y a las 21 h. tenemos que
continuar con la cena programada en grupo, esta vez de 18, en el
restaurante Niko.
Martes, 30 de julio
5ª ETAPA: MARKINA – GERNIKA
26,5 kms
Amenaza
lluvia. Por eso de nuevo me adelanto, saliendo sólo a las 6,45 para
pasar a las 7,30 por Bolibar y llegar a la misa de 8,15 en la Colegiata
de Zenarruza. Seis religiosos concelebran y ocho seglares asistimos.
Después me invitan a desayunar con los seis asistentes en el silencio
profundo de sus ejercicios espirituales.
A las 8 empieza a llover y no parará en toda la jornada, salvo pequeños descansos. Al hacer de
mensajero del grupo, consigo que les atiendan al llegar a las 9,30 con
un pequeño refrigerio de desayuno en el pórtico, nos enseñen la
colegiata y nos ofrezcan los monjes un pequeño recital de cantos
gregorianos
Colegiata de Zenarruza. San Francisco de Asís hizo el Camino de la Costa en 1214 |
Cuesta
arrancar de nuevo para meterse a un frondoso bosque sumido en niebla y
lluvia, porque sabemos lo que nos espera. Arbazegi, Aldaka, Marmiz y
Ajangiz son aldeas muy bonitas. Pero hoy no está el tiempo para
disfrutarlas. Y el vericueto de caminos está bien para perderse. Llego a la villa foral a las 14,45 con las zapatillas y pies encharcados, como la mayoría de compañeros.
La
comida es rápida, un bocadillo de pie en la primera tasca, porque no
vemos cerca otra cosa mejor. ¡Estamos como para buscar y ver!. Encima no
nos abren el polideportivo Maloste hasta las 17 h. Al menos hay algunas
colchonetas y agua caliente para ducharse.
Una visita guiada nos
ocupa otras dos horas, sin librarnos de la lluvia. La profundidad de la
historia y tragedia de Gernika, que es la del Pueblo Vasco, me sigue
embargando de emoción. Y no puedo evitar que mi silencio y la humedad en
mis ojos delate mis sentimientos nacionalistas.
Hoy,
en la última cena que se ha concertado en grupo, nos juntamos 26 en
Lumope Sagardotegia, que está en el extremo opuesto a Maloste, nuestro
albergue. Esta tarde, tres bastante tocados, se han quedado durmiendo.
Gernika el día después (29.04.1937) |
Miércoles, 31 de julio - San Ignacio de Loyola
6ª ETAPA: GERNIKA – LARRABETZU
25 kms
Salimos
32. Porque han abandonado dos, pero cinco nuevos se incorporan, de los
cuales cuatro programan seguir hasta Santiago. No se me han secado las
zapatillas porque no las cambié de suficientes papeles de periódico para
que absorbieran toda el agua. Ha vuelto a llover toda la noche, y de
qué manera. Salgo con capa y bolsas de plásticos entre calcetines y el
húmedo calzado. Una hora después levanta y nos sorprende con un buen día.
Barrio Ugarte en Muxika, que tiene otros 26 barrios |
Muxika,
la encina centenaria, los altos de Gereki y Morga, Astoreka; Goikolexea
nos verán pasar, primero en grupo unido y al final muy estirado. Hago
una escapada breve para visitar a Feli en su chalet de Morga. Más
adelante, su marido Angel Ruiz de Azua, nos espera con su bici de monte y
sus cámaras de fotos. Nos acompañará toda la etapa realizando su
trabajo periodístico para Deia.
Desde
el alto de Morga, donde nos reagrupamos para seguir por la carretera,
me llevo a seis hasta la cima del Bizkargi, emblemático monte paras
los vascos desde la guerra del 36, con ermita y monumento a la sangre
allí perdida. Por cierto, desciendo y continúo hasta Larrabetxu con el
único alemán del grupo. Hay que aprovechar para mejorar las cicatrices.
Visitamos por fuera la iglesia juradera de Goikolexea y singular
cementerio antes de llegar los últimos, a las 14,30, al final de la
etapa programada.
Goikolexea: Ermita Juradera de San Emeterio0 y San Celedonio |
A
pesar de esperar unos 30 minutos en el semáforo, Angel no ha llegado.
Así que en auto-stop hasta Begoña y otros 12 kilómetros andando por La
Peña me llevan a las 18,30 a casa. ¡Sorpresa para Dulce!.
Duchado y cambiado de ropa en el polideportivo de Larrabetxu,
he andado el último tramo de Bilbao a Arrigorriaga con las sandalias de
goma de la playa. Y con este añadido y la subida al Bizkargi mi etapa
de hoy ha crecido hasta los 40 kms
Jueves, 1 de agosto
7ª ETAPA: LARRABETXU – BILBAO
16 kms
Dormir
en el cómodo lecho conyugal junto al calor de la esposa amada parece
como un placer de dioses, si te has escapado de la concentración
peregrina. Esta frase, larga
para ser lapidaria, es toda verdad en mi caso. Y tiene más autenticidad,
si cabe, al salir de mi mente a esta página 46 días después de aquel.
Hoy es un lunes, 16 de setiembre, 8 de la tarde, cuando transcribo mis
recuerdos y anotaciones. Y disfruto recordándolo todo.
Me
levanto a las 8 para salir con Dulce y Julia a las 9, que me dejan en
Lezama. Excelente día. Subo rápido Artxanda y camino por su cresterío
persiguiendo al grupo. Aunque adelanto a los más rezagados por otro
recorrido, sólo pillo a la “peña” almorzando a las 11,30 cerca de
Begoña.
La
tarde y noche de ayer debió de ser alegre, movida e intensa de ruido.
Aunque les cambiaron el lugar para dormir, a algunos les pillaron todas
las tormentas. Hoy han salido unos 30 a las 8,15 y no han parado en El
Vivero, como quedamos ayer.
Deia publica una página entera de nuestro viaje con foto mía de primer
plano. Hoy no llevo mochila, por lo que no parezco “el peregrino típico” con que el diario me piropea en el pie de foto.
El catedrático de historia Loza nos guía por Begoña, calzadas de Mallona y puente de San Antón de 12 a 13,10 h. Y vuelvo otra vez a casa y a comer.
Aunque he recortado 3 kms. de Larrabetxu a Lezama, los compenso con creces con
el anexo. Tras una tarde de charla jacobea con del párroco y una cena
tardía con amigos, me acuesto a las 0,30 de medianoche.
Viernes, 2 de agosto
8ª ETAPA: BILBAO – PORTUGALETE
245 Kms
Un
tren madrugador me lleva hasta el pabellón de la Casilla a las 7, donde
nos juntamos 28 peregrinos para esta etapa. He cambiado la mochila por
una más ligera y he soltado carga. Sólo me quedo con unos 3 kgs. Así que
los dos últimos días me los tomo como un paseo por la costa.
El
recorrido por las zonas más marginadas de Bilbao nos muestra la otra
arquitectura. Castrexana, Peñascal, Basurto y Zorroza es un camino lioso
entre prados, alambradas, chabolas, miseria y
desorden urbanístico. El puente del Diablo ya nos evoca leyendas
peregrinas. Y subimos a Santa Agueda, ermita moderna pero de tradición
más que centenaria. Nos la enseñan y explican con gran cariño y
simpatía. El paso por Barakaldo y Sestao nos muestra su rico pasado fabril, hoy sucio y depauperado.
El Puente del Diablo, una referencia peregrina en la zona fabril vizcaína |
A
las 13,30 estamos todos en Portugalete. La visita guiada a su
impresionante iglesia de Santa María vuelve a ser para unos pocos el
menú elegido. Otros prefieren perderse por su casco antiguo. Y las
féminas prefieren el sol y la brisa de la playa de Las Arenas. Este es
un grupo heterogéneo y libre.
La ikastola Astileku va ser
el mejor hotel de nuestra experiencia. Por fin dormiremos en cama,
aunque sean literas muy usadas que soportan todos los eventos de la
villa jarrillera.
El
centro de la tarde lo ocupa un acto oficial. A las 6 en punto nos
recibe el Ayuntamiento con toda su pompa y de gala. Hay discursos,
cámaras, televisiones y entrevistas casi a la manera de un show
electoral americano. Pero todo
sea para vender nuestro objetivo de reivindicar mayor atención y apoyo
al Camino de Santiago en Euskadi. El alcalde promete mucho en la larga
hora que nos dedica. Y hasta nos sienta en el salón de plenos en el
lugar de los ediles. No pueden faltar un pequeño lunch y el posado del
grupo para la prensa. ¡A ver si es verdad que para el próximo jacobeo
del 2004 aquí tenemos un albergue como Dios manda!
Y
de nuevo se desperdiga la gente. Una improvisada cena fría en la
ikastola sirve de mesa redonda para mantener un debate sobre el tema
jacobeo. Qué pena que algunos llegamos tarde y cenados y otros tampoco
se enteraron. Era más fácil abrir la verja que saltar la valla, pero
como erramos tantos, el incidente sirve para amenizar la hora posterior
al toque de silencio. Y a las
11 llegan las más bulliciosas y se topan con la broma de toda la peña
hecha la dormida para broncarlas.
Sábado, 3 de agosto
9ª ETAPA: PORTUGALETE – CASTRO URDIALES
31 kms
Para mi, una vez adecuado el cuerpo al ejercicio diario de andar, lo de hoy va a resultar un paseo. Bidegorri y asfalto, Playas, con un baño rápido en Cobarón, y vistas al hoy pacífico Cantábrico. Amaiketako a media mañana junto al mar con las cámaras TV de Canal Bizkaia.
A
las 13,55 h. llego el primero a Castro y consigo sellar en la oficina
de turismo. Detrás, en distanciada fila van llegando en media hora el resto de los 35 que hacemos esta última etapa programada. El
fotógrafo del diario El Mundo hace su reportaje con los cinco que nos
ha pillado visitando la monumental iglesia y zona de Santa María. Ha
habido más radio, prensa y televisión, que como en algunos dias
anteriores nos han colocado en sus medios, destacando la EITB. Comemos
todos juntos por 10 € en un típico asador de la playa.
La
sobremesa y despedida la hacemos con una sentada en círculo en lo alto
del parque de la restaurada iglesia vieja, exponiendo comentarios y
aportando ideas en torno a este evento. Seis, dos de Irún y cuatro de
Gernika, continuarán mañana andando a Santiago. A otros, ganas y fuerzas nos sobran, pero los compromisos adquiridos tienen prioridad. ¡Yo me comprometo a continuar otro día!
Resumiendo en números esta I Marcha, hemos participado unos 100/110 en total, con 17 andando
el recorrido completo. Los kilómetros en programa eran 225, que es la
suma de los que he anotado en cada etapa, pero los estimados reales han
quedado en 215 y en mi caso los calculo en 240.
Nere,
Jose y Gamarra vienen a recogerme con mi Nissan Primera. Antes del
regreso, me doy en la playa de Castro mi segundo baño del día. Sin
pretenderlo, consigo hoy otro de mis récords personales: bañarme cinco
veces en el Cantábrico en un período de nueve días seguidos.
Viernes, 8 de noviembre 2002
10ª ETAPA: CASTRO URDIALES - COLINDRES
41 kms
Un
pequeño salto en el tiempo y otro en la manera de programar este viaje.
Vuelvo a la soledad, repitiendo la experiencia del pasado mayo. Pero me
pongo el listón también muy alto. Voy a intentar atravesar Cantabria de
un tirón, con la dificultad de mal tiempo y recorrido poco marcado.
Hay
que empezar madrugando a las 6,30. El bus de Ugao (6,55) y el de Castro
(7,30) me dejan a las 8,30 para continuar a pie lo que me prometí el
pasado 3 de agosto. Irene Ahedo, una paisana de Cérdigo, me invita a la
charla y a tomar un café con leche en la puerta de su humilde casa.
Las previsiones y el tiempo amenazan con lluvia. Voy al Pontarrón por la vieja N634. De Guriezo a Liendo por
el camino marcado y atravesando el monte. Me pierdo primero en Liendo y
después en Laredo, empeñado en evitarlo. Un cerrado y empinado bosque
me llevan a Seña. Y a las 16 h., tras terminar en la entrada de la mole
veraniega mi segundo bocadillo, que Dulce me ha preparado con
amor...¡qué liada de inexperto!.
Estradas, campas, barro, alambres, cuestas que me hacen llegar a las 17,30 a Colindres, cuando había soñado dos horas antes en dormir en las Clarisas de Escalante. Me rindo por hoy, porque la noche ya está encima y no está mal para empezar con 4l kms. Unos callos y un vaso de vino es mi comida fuerte del día en El Tablón.
Estradas, campas, barro, alambres, cuestas que me hacen llegar a las 17,30 a Colindres, cuando había soñado dos horas antes en dormir en las Clarisas de Escalante. Me rindo por hoy, porque la noche ya está encima y no está mal para empezar con 4l kms. Unos callos y un vaso de vino es mi comida fuerte del día en El Tablón.
La
policía municipal me ficha y me lleva al albergue, un piso recién
pintado, que antes fue la casa de los maestros, con 8 camas, sábanas y
toallas y sala de estar. Puedo decir que un lujo para mí solo. Nadie más
duerme en el edificio, de tres alturas y seis pisos. Y el último
peregrino a pie me dicen que ha dormido el pasado 11 de octubre.
Aún me quedan fuerzas y ganas para otro paseo por el pueblo. Con el aseo personal, la lectura y la escritura, el reloj marca las 23,30 cuando apago la luz para intentar dormir.
Sábado, 9 de noviembre
11ª ETAPA: COLINDRES - SANTANDER
42 kms
El
anunciado mal tiempo se cumple. Lluvia y viento racheado. Diana a la
7,45. Desayuno 8,10 y salida a las 9 enfundado contra el agua. Tengo que
dejar las llaves en el bar Atenas, porque los municipales no están a la
hora prometida de las 8,30.
En
las clarisas de Escalante sólo tienen una cama para los peregrinos. Hay
que volver a pedir la llave al Ayuntamieno y la última viajera que ha
dormido fue el año pasado y dijo que venía a pie desde Holanda. No puedo
estirar mucho más la conversación con la invisible monja que me atiende
al otro lado del medieval torno de madera.
Colindres, Cicero, Escalante y Argoños, donde un nuevo error me
lleva a la playa Berria para perder una hora que me sabe a demonios.
Primero empapo de sudor la camiseta de algodón, después el paraguas no
me evita la majadura. Castillo, Arnuero con pequeña parada a comer un
bocadillo, Ajo, Galizano, Langre, Loredo y Somo. Llego a las 5,50 justo
para coger la barca que me pasa la bahía. Han sido nueve horas de
asfalto, lluvia fría con viento y demasiados kilómetros por el arcén de
la carretera. Hoy ha tocado sufrir mucho y disfrutar casi nada.
A
las 19,30 encuentro el albergue “Santos Mártires” en la calle Ruamayor,
9. Es humilde, con 18 amas y está en el centro. Duermo sólo. Me
entretengo repasando los libros, para sacar mis números y conclusiones.
Soy el segundo que duerme este mes. En octubre han sido 35, sólo 6
españoles: dos estudiantes de 22 y 23 años, un militar de 31, un cocinero de 37, un artesano de 27 y un jardinero de 43. Este
último, ayer, el único en noviembre. Desde el 16 de enero de 1999 que
se inauguró este local, hago el número 1.147. ¡Los he contado! Y hasta
las 22 h. me han quedado 888fuerzas y tiempo para recorrer el centro de la ciudad y cenar algo.
Domingo, 10 de noviembre
12ª ETAPA: SANTANDER - SANTILLANA DEL MAR
34 kms
A
las 8 llegan los de la Asociación, que marchan a peregrinar de La Haya a
Castro. Salgo a las 9 para ver y sellar en la Catedral, desayunar y
enfilar la calle Burgos que me lleva a Valdecilla, Peñacastillo y Santa
Cruz de Bezana. Aquí me siento en su iglesia a ver la catequesis de los
niños e ir a misa. Les envío una tarjeta postal a Zigor y Ainara.
Mompía,
Boo y empieza a llover. Es una liada seguir las flechas, que evitan la
carretera recta para serpentear por los pueblos. Cuando cruzas la
general y ves los kilómetros que marca desde Santander y las horas que llevas caminando y buscando las amarillas, te asoman tentaciones de acortar por el asfalto. Y más cuando llueve a rachas y te parece que estos pueblos no tienen gran cosa para ver.
La
ría de Mogro la salvaban los antiguos peregrinos en barca. Pero en el
siglo XXI los automóviles han eliminado la barca. Así que hoy tengo que
dar una vuelta de unos 7 kms. hasta Puentearce. Después Oruña, Requejada
y Barreda. Las nuevas urbanizaciones de Cantabria a las afueras de
algunos pueblos o en descampados que parecen haberles tocado la lotería
de la especulación, contribuyen a ocultar la historia del pasado y de
sus indígenas.
La
fábrica química Solvay, que lleva muchas décadas en Barreda, tuvo que
ser como una gran ciudad en medio del campo verde. Sigue siendo un
monstruo que cuesta más de una hora bordearla y perderla de vista.
El
albergue privado Arco Iris está ubicado en Queveda a 3 kilómetros del
centro de Santillana. Llego a las 17,50. Empieza de nuevo a llover
cuando enfilo la cuesta final. Se abrió hace nueve años, tiene unas 60
camas y hago el número 219. Una vez más soy un extraño solitario en esta
época.
Hago
la etapa de hoy con bolsas de plástico entre los calcetines y las
zapatillas, aún húmedas de ayer. Me ha ido bien, porque ni lo he notado
ni se han recalentado los pies. Tras la ducha, escribir y ver la tele en
el salón familiar. Ceno con Charo y Pedro, los padres de José. Entre
los tres llevan el negocio y una gran hacienda de 400 carros de tierra y
90 vacas de leche en plena producción.
No
puedo llamar por teléfono. El público más cercano está abajo, en el
pueblo-barrio a dos kilómetros, y sigue lloviendo. A las 23,30 vuelvo a
acostarme sólo en el gran dormitorio. Aunque esta vez José,
el propietario que lo regenta, buen cocinero y mejor albañil según
presume, duerme en la habitación de al lado en otra litera por
acompañarme.
Lunes, 11 de noviembre
13ª ETAPA: SANTILLANA - UNQUERA
55 kms
Resulta
difícil precisar los kilómetros andados hoy. Pero tengo claro que ha
sido la etapa reina de este otoño, Porque las 13 horas que van desde las
8,30 hasta las 21,30 me han dado pocos respiros. Y para inri final
tampoco termino en Unquera, donde no hay albergue, sino que vuelvo a
dormir a San Vicente de la Barquera, por donde he pasado a las 5 de la
tarde.
Unas
chicas me llevan en coche los últimos 10 kms. Y a las 9,30 de la noche
no es buena hora para llegar a un albergue parroquial. El cura me abre
después de probar mi paciencia en la espera, en mi segundo intento. Y
todavía me somete a un largo interrogatorio, no antes de un más que
probable examen visual desde su
despacho. Su desconfianza es manifiesta y la justifica contando las
pequeñas incidencias sufridas con los vagamundos, cajón de sastre en el
que parece que también nos mete en principio a los peregrinos. Consigo
distendir la charla, que dura más de una hora, para demostrarle mis
caminos, mientras estoy descalzo en su frío despacho.
La
alegría del objetivo cumplido de esta segunda fase de mi Camino del
Norte me ha debido de dar las fuerzas suficientes para no quedarme
helado. Porque ni la ducha ni la pequeña habitación de dos camas me han
dado el calor necesario. Cambia el reloj de día cuando me acuesto otra
vez más pensando en la soledad de
mi aventura, incomprendido y mal visto por tantos, ahora perdido en
aquel inmenso edificio eclesiástico en lo alto de la villa marinera.
¡Pero mi reto esta conseguido!
Martes, 12 de noviembre
14ª ETAPA: SAN VICENTE DE LA BARQUERA – SANTO TORIBIO DE LIEBANA
42 kms
¡Día apoteósico... cuando lo tenía todo previsto para el regreso!
Las
7,35 es buena hora para salir, tras una nueva ducha. El amanecer es
excelente y mi mente y mi cuerpo están a tope para seguir caminando.
Cambio el rumbo nada menos que 180º y me voy a subir hasta Santo Toribio
para hacer la “lebaniega”.
Subo
andando a Armengal, donde desayuno y a las 8,20 me lleva el bus escolar
hasta la Venta de Fresnedo, valle del Nansa arriba. Me quedan 38,5 kms y
son las 9 de la mañana. Sigo la ruta peregrina, bastante bien marcada
porque el pasado año 2001 fue Santo en Liébana. Un colacao en una casa
de La Fuente. Montaña a tope. Cicero. Coinciden la ruta jacobea y la
lebaniega. Me alimento con castañas crudas cuando empiezo a darme cuenta
de mi imprudencia. Mis reservas en la mochila están agotadas y las del
cuerpo anuncian su debilidad.
Bajo
justo de fuerzas a Santa María de Lebaña y estoy salvado. Como un poco y
charlo en casa de Pedro Posadas en una hora, aunque el matrimonio casi
no me deja marchar. Quieren que coma más, pero me resisto con acierto
para seguir caminando ágil. Entro en el asfalto del desfiladero de la
Hermida, donde ya no hay pérdida.
Es
la carretera que sube a Potes. Rebeca, la chica del Ayuntamiento de
Cillorrigo, me sella, charla un rato y me invita a un café. En Potes
sello en la parroquia de San Vicente. A las 18 en punto llego al Lignum
Crucis de Santa Toribio, cuando la noche se adelanta en aquel escondite.
Una
tele digital, Canal Viajes, filma el sacrosanto lugar y entrevista al
prior. Les llego en el momento mejor para continuar conmigo durante más
de diez minutos. Es un reportaje sobre las bellezas naturales de
Asturias, donde en esta época no habían pillado a ningún peregrino.
El
prior Vitorio Zabalgogeascoa y su equipo de franciscanos guipuzcoanos
me dejarán un recuerdo imborrable. La lebaniega, sellos, merienda, cena
en la cocina hablando con todo el grupo, aposento en la casa de la
huerta con 51 camas y un caballo, y un extraordinario trato humano para el último peregrino que llega por allí desde el pasado verano.
Miércoles, 13 de noviembre
CASI OTRA ETAPA: LIEBANA - ARRIGORRIAGA
25 kms
El regreso también tiene su anecdotario. Andando y en auto-stop.
A
las 7,50 me despido del anfitrión Vitorio por el portero automático. Al
bajar andando hasta Tama, a 6 kms., veo la nieve que está unos 500
metros por encima de mi litera. Me
tomo la paciencia de contar los coches que me ignoran. Por fin el que
hace el número 40, una antropóloga trabajando de educadora social aquí,
me lleva hasta La Hermida. Sigo andando y me invitan a echar un bocado
dos valencianos de turismo que llevan casi un supermercado en la
furgoneta. El lugar, en el fondo del estrecho cañón y junto a las aguas
bravas, es para recordar.
Un
jubilado me lleva hasta la entrada de Santander. Cruzo por la carretera
la ciudad a pie y al mediodía, lo que resulta algo peligroso. Son otros
8 kms. Un joven comercial me coge en una gasolinera y me deja en la
calle Buenos Aires de Bilbao a las14,15 horas. Llego a tiempo para comer
con Dulce y su grupo en Tendería. Y
sigo andando hasta casa, para mojarme en el último kilómetro, en una
ventisca con agua que a rachas he sufrido durante toda la jornada.
El
viento ha causado estragos, con muertos en Santurtzi y Galicia. A mí me
llevaba en el arcén de la carretera. Los 25 kms. de hoy es
el cálculo de los cinco tramos y más de cinco horas a pie. La suma de
las seis etapas hace un total de 239 kilómetros, con media de 40 por
día.
GASTOS. Viernes, 8-11-02: viaje, 2,87; comida, 3,90; tarjeta telefónica, 6. TOTAL , 12,77 €
Sábado, 9: desayuno, 3; comida, 2,80; barco, 1,65; cena, 3,15; albergue, 5. TOTAL, 15,60 €
Domingo, 10: desayuno, 2,75; comida, 2; cena, 6; albergue, 7. TOTAL , 17,75 €
Lunes, 11: desayuno, 2; comida, 2,75; cena, 2,40; albergue, 3. TOTAL, 10,15 €
Martes, 12: desayuno, 2,40. TOTAL, 2,40 €
Miércoles, 13: desayuno, 0,90. TOTAL, 0,90 € GASTO TOTAL, 59,57 € (9.912 pts.)
El gasto medio día ha sido de 9,9283 € (1.652 pts), viajes incluídos.
Miércoles, 14 de julio 2004
15ª ETAPA: UNQUERA – SAN ESTEBAN DE LECES (RIBADESELLA)
45 kms
El
salto en el tiempo ahora ha sido mayor. El paréntesis en esta ruta ha
durado exactamente 20 meses. El reto ahora es hacer Asturias y Galicia,
de nuevo en solitario, pero esta vez en año Santo Jacobeo, en pleno
verano y con el objetivo de llegar el mismo día de Santiago.
A las 7,20 el tren me lleva a Bilbao. A las 8 el bus Alsa lo hace hasta Unquera (10,55 h.). Desayuno y salida a pie a las 11,20. Al
principio veo bien la señales por sendas y pueblos. Ando fuerte, aunque
mantengo agujetas del lunes, que me di una fuerte paliza desde Artea al
Gorbea. De 14,30 a 15,30 como en el camping Rio Purón, a unos 6 kms. de
Llanes.
La
tarde se complica, tanto por el calor, como por el exceso de asfalto en
carreteras ligrosas. La previsión de distancias se incrementa con tanta
entrada a las aldeas y algún pequeño error. De los 57 según la guía, me
he ido a 60. Hay que restar los 15 que me llevan unos italianos en
coche desde Posada hasta cerca de Arriondas, tramo muy peligroso con
curvas, en descenso y sin arcén. El parar a cogerme casi provoca un
accidente.
Paso
Ribadesella y llego a San Esteban de Leces a las 21,45, aún de día,
después de recibir dos llamadas de ánimo de Zigor y Nerea. Han avanzado
los tiempos y esta vez llevo teléfono móvil. Dormimos siete en este
albergue municipal: un belga, un irlandés, dos alemanas y un matrimonio
italiano de unos 60 años.
De nuevo he caminado toda la etapa solo y sin rastro alguno de peregrinos. Día de sol y calor, excesivo asfalto y bello paisaje.
Tren, 1; bus, 9,48; desayuno, 1,80; comida, 8; cena, 4,50; albergue, 3. TOTAL, 27,78 €
Jueves, 15 de julio
16ª ETAPA: SAN ESTEBAN DE LECES – SEBRAYO (VILLAVICIOSA)
40 kms
Sol
y calor desde las 8 h. Empiezo mal al equivocarme de salida y volver
hacia Ribadesella, 6 kms.de más que me pasarán factura. Desayuno de 11 a
11,15 antes de Prado en una casa-hotel rural. Después todo asfalto por
la N634, aunque casi sin coches. En Colunga hay feria y fiesta. Sello en
su moderna parroquia a las 13,15. El BBVA está cerrado y tampoco me da dinero la VISA. Antes he adelantado al matrimonio italiano. Son los primeros que veo y adelanto desde Irún.
La
tarde me resulta soporífera, a pesar de la ventaja de que se nubla. Me
despisto del camino marcado, que me dicen es de gran belleza y junto al
mar. El paisaje de carretera con la autovía al lado es aburrido.
Los
italianos me preceden en la llegada al albergue de Sebrayo, porque en
el último tramo vuelvo a andar de más y tengo que atravesar una larga
campa con hierba alta de gran incomodidad.
Son las 5 de la tarde cuando llego. Constan inscritos tres
australianos, que después desaparecen, cinco españolas, médicas y
profesoras de 47 a 57 años, y el matrimonio italiano, de 61 y 64 años. A
última hora llegan el holandés que durmió en Leces y otro chico de
Bérriz. En total dormimos 10, lo que para mí resulta una gran alegría.
Cenamos juntos y compartiendo un poco nuestras reservas, porque en el pequeño barrio no hay tiendas ni bares ni posible abastecimiento. Y no están los cuerpos como para ir a pie hasta la capital, que son otro 6 kilómetros más el regreso.
Este
albergue no tiene hospitalero, es gratuito y está en buenas
condiciones. Lavo prendas y me llama Dulce. Me acuesto el último, a las
23,30,. Junto a mí duerme Karmele, una andereño de Deusto de 57 años,
que se ha unido a las cuatro levantinas. Sólo pretenden llegar a Oviedo. Mi charla más distendida ha sido con ella, por afinidad de cercanía y conocidos comunes en Deusto y Amurrio.
Desayuno, 5,15; cena, 0,75. TOTAL, 5,90 €
Viernes, 16 de julio
17ª ETAPA: SEBRAYO - GIJON – AVILES
60 kms
Uno
de mis objetivos más contundentes es dormir siempre en los albergues de
peregrinos. Y a falta de ellos en los habilitados para los caminantes
humildes. Y en esta ruta, si cabe, lo necesito más por contactar con los
míos. La distancia de hoy sin
albergues anunciados y/o oficiales, como tantas etapas del Camino del
Norte, no está al alcance de la mayoría.
Como
siempre, la noche anterior estudio casi todas las características del
día siguiente y la meta a conseguir. Y hasta hoy, casi siempre consigo
llegar. Esta vez, las guías me separan 55 kms. de Avilés. A ellos hay
que añadir la “propina” de los errores. Tengo que madrugar para
conseguirlo.
Salgo de noche, a las 6,05 y
llego a las 19,45. No resulta un camino de rosas ni mucho menos. Casi
14 horas sin parar. Y con errores, siempre los hay aquí y para todos. Y
con lluvia y escasa alimentación. Vamos al recorrido.
Aunque
de inicio llueve un poco, va a ser un buen día para andar. Qué pena que
no he sido capaz de seguir el camino, ni con la advertencia de la guía
de Carlos Mencos. Porque me pierdo
de 8 a 9,45 caminando en dirección totalmente contraria, hacia
Covadonga, hasta Viñon, 8 kilómetros y subiendo un puerto. Arreglo el
tiempo y distancia perdida compensándolo en auto-stop. Del error de
salida al de la N634 y la AS19 de Gijón a Avilés, con un recorrido muy
desagradable y pesado por el inmenso tráfico y camiones.
Atravesar Gijón me cuesta más de dos horas, en las que sólo veo su playa principal y el paseo durante media hora, único aliciente para un pequeño disfrute de la vista. Como un bocadillo casi sin parar
y hago una operación en el BBVA, donde aquí la VISA si me da el dinero
que le pido. Son las pesadas, calurosas y soporíferas 2
de la tarde cuando estoy en el ecuador del paseo y playa. Me queda el
martirio de 21 kms. a Avilés. Me rindo a buscar las flechas amarillas
para no perderme más y me someto al cruel asfalto, gran peligro.
El tramo restante
es poco recomendable. Porque a una salida de la ciudad poco atractiva
le sucede la monotonía y como remate el extrarradio de Avilés, que
parece un basurero de chatarra. Los restos de Ensidesa, que en sus
mejores dias trabajaron 25000 personas, y su entorno me hacen sufrir el espacio más degradado y depauperado que he visto en los últimos años.
Menos
mal que el albergue está en el centro. Dormimos 12, seis españoles.
cuatro belgas y dos checos. Hay 47 camas y consigo cenar. Después un
susto de casi una hora, al encontrar cerrado el edificio a las 23,30 h.
Una ligereza del encargado, que se había ido de ligue con las dos
belgas que llegan al anochecer.
Ha sido una etapa para el recuerdo, por conseguir mi récord de distancia y horas en verano. Y como alimento sólo dos bocadillos, dos cafés, dos frutas y mucha agua.
Desayuno y otro café, 3; bocadillo, 3,10; cena, 5,50; albergue, 5. TOTAL, 16,60 €
Sábado, 17 de julio
18ª ETAPA: AVILES – SOTO DE LUIÑA (CUDILLERO)
45 kms
Lo
que he previsto como una etapa de descanso resulta lo contrario. Tiempo
bueno, pero señales y obras de la autovía nos pierden a todos. Y más
que otros días. Tardo cuatro horas más de lo previsto para 33 kms. sobre el mapa. De 7,15 a 17,45 h. han sido 10,5 horas sin casi descanso.
Lo
peor es que en una pedrera casi vertical, tras retroceder del monte de
otro extravío, una mala pisada me provoca una caída muy peligrosa y solo
un esguince en tobillo izquierdo. Son las 15,30 y me quedan dos horas
largas cojeando e inseguro de la ruta que sigo. Los dos últimos
kilómetros, con el tobillo exageradamente hinchado, sufro mucho para
llegar.
En
lo positivo está que hoy he caminado acompañado a tramos y disfrutando
con ellos. Han sido seis, tres parejas de madrileños, belgas y checos
coincidiendo en las horas iniciales.
El
albergue de Soto de Luiña es la antigua escuela. Son 20 camas. El libro
de su control y sello están en el bar Ecu. Hay fichados 75 durante la
última semana, y de ellos 48 españoles. A última hora llegan cinco
jóvenes madrileños, que han empezado a andar en Cudillero. Parecen
novatos en el tema.
Desayuno, 2,80; compra supermercado, 5,10. TOTAL, 7,90 €
Domingo, 18 de julio
19ª ETAPA: SOTO DE LUIÑA - PIÑERA (NAVIA)
50 kms
De
7 a 19,15 h. Con sólo dos horas para comer en Almuña con los tres
madrileños y la asturiana, más otros 15 minutos de desayuno en Cadavedo.
Todo por asfalto. A ritmo de samba, de 5 a 5,5 k/h. Es la primera etapa
que hago casi entera acompañado. Con Juan el de Iberia hasta el
desayuno. Con el matrimonio de Henares y la profesora asturiana después
un buen rato.
Tres razones nos empujan
a todos hacia adelante, después de comer juntos. Las moscas, la
suciedad y soledad del albergue de Almuña, las horas que tenemos por
delante, y la fuerza de los más optimistas como yo, a pesar de que sigo
cojeando. Los 15 últimos kilómetros no me aguantan el ritmo.
Piñera
es otra aldea sin nada, esta vez del municipio de Navia, donde han
aprovechado la innecesaria escuela de niñas de los años setenta, para
que pernoctemos los peregrinos. Son 20 camas en literas, que veo difícil
se llene algún día. Estamos a 6 kms. de la “capital”. De los 9 que hoy
dormimos, la compañera asturiana llega agotada y herida de los pies
hasta el punto de que pierde el conocimiento cuando empiezo a curarla.
Desayuno, 1,70; comida, 10. TOTAL, 11,70 €
Lunes, 19 de julio
20ª ETAPA: PIÑERA – RIBADEO
40 kms
Con
31 años, no la vi cuerpo ni piernas que me atrajeran un mínimo. Sólo
pensé en curarla. Y se me quedó inerte tumbada en la cama. Me sentía un
poco culpable por animarla demasiado, porque ya me lo había dicho la
noche anterior. Y también en la comida. Venía mal. Pero las moscas, las
del albergue de Almuña le causaron peores sensaciones. Gloria, sólo fue un momento el desmayo, se recuperó un poco. La terminé de curar las ampollas. También sufría tendinitis. Durmió casi toda la noche.
A las 7,10 me despido de la asturiana. Nada grave, pero abandona. La saludo con un susurro de
cariño para no despertarla del todo. Y arranco sólo, porque el camino,
como la vida, sigue y sigue para la mayoría. Y vuelvo a la soledad, tras
dos etapas acompañado. No se han atrevido con mi objetivo. Decían anoche no poder con tanto. Y entre tanto solitario, lo bueno es que cada uno va a su bola y respeta la bola de los demás. Aguanto con el esguince, sólo aplicándole pomada antiinflamatoria por las noches. Aunque lo tengo muy hinchado y esta tralla no puede ser buena.
Me
resulta fácil la jornada ya habitual de más de ocho horas que me lleva
por carretera a las 15,45 a entrar en Galicia, al albergue de Ribadeo,
Unas gotas aparatosas me han obligado a enfundarme en el chubasquero la
última hora. enfundarme en elk de
las más rápidas, llegando el segundo y quedándome una larga tarde para
descansar y disfrutar. Dormiremos ocho, donde hay doce camas en un
pequeño edificio moderno ubicado casi encima de la ría de Eo. Unas gotas
aparatosas en el último tramo sólo me obligan a enfundarme en el
chubasquero. La seguridad de que la etapa de hoy no tenía pérdida me ha
dado alas.
Una
anécdota agradable. Rocío es una podóloga profesional que de manera
voluntaria acude estos días al albergue a curar los pies. Mira los míos,
que están casi perfectos. Sólo me aconseja un paquete de guisantes
congelados para rebajar la hinchazón del tobillo. Su simpatía,
profesionalidad y belleza sorprenden con agrado. “Préstame
tus pies”, es amablemente rotunda cuando me los pide para que el
reportero de “La Voz de Galicia” nos haga veintitantas fotos de “la cura
a un peregrino”. De paso me pincha una uña y me enseña el fácil remedio
para extraer la sangre, que de no hacerlo puede acabar desprendiéndola.
¡Agradable la Rocío!
Después,
unas horas para la visita turística al pueblo marinero, donde ceno en
el puerto una ración de calamares frescos y algo más. La extraordinaria
noche invita a que dos ciclistas sevillanos y otro singular madrileño
duerman en el suelo en la terraza encima del albergue.
Desayuno, 2,60; cena, 6,40. TOTAL, 9 €
Martes, 20 de julio
21ª ETAPA: RIBADEO – MONDOÑEDO
40 kms
Hoy
repetición de asfalto y de kilómetros por la N634 para no perderme y
para asegurar una mejor pisada con mi herida pierna izquierda. De 7,15 a
16,45, sólo dos novedades. De 9 a 10 me desvío a ver la playa de las
Catedrales, cerca de Barreiro y a 6 kms. de Ribadeo. Y en Lourenza no me
resisto a perderme un buen menú del día de 14 a 15 h. y refrescarme los
pies.
Menos mal que en Mondoñedo hay albergue, que no figura en mis guías ni lo conoce aún mucha gente. Se ha abierto el pasado 19 de marzo y está de maravilla. Tiene dos plantas para dormir con unas 24 camas, además de cocina y amplia sala en la planta baja. No
está atendido. Hay que registrarse en la Policía Municipal. Hoy sólo
dormimos cinco chicos, aunque ya figuran 485 inscritos por los
municipales desde su inicio. Dos estudiantes de Barcelona de buen nivel, pero de etapas muy cortas, con los que tengo una distendida y larga charla después
de cenar. La otra pareja son los folclóricos sevillanos en bici de la
terraza de ayer, que en su cachondeo andaluz dedican más tiempo a comer
que a pedalear.
El
calor previsible en estas fechas nos está perdonando. Madrugar en
verano es bastante conveniente, pero más con distancias ambiciosas. El
tiempo nos está siendo muy favorable.
Desayuno y fruta, 3,70; comida, 6. TOTAL, 9,70 €
Miércoles, 21 de julio
22ª ETAPA: MONDOÑEDO – BAAMONDE
65 kms
Un
récord no programado. Pero bienvenido sea, aunque sólo tenga el valor
personal, como casi todo en estas andanzas desinteresadas.
Ha
sido una etapa muy fuerte, hecha por el camino marcado, con algún
extravío que calculo ha sumado 7 kms. a lo marcado como oficial. Estas
cifras son siempre una estimación hecha a final del día, de albergue a
albergue.
Abadín,
arriba en la montaña, es para desayunar. Villalba, el pueblo que vio
nacer a los insignes Fraga y Rouco, para comer algo, ducharme en el
albergue y contemplar la villa, acompañado de un peregrino de Santiago.
No falta el sarcástico comentario de que “ellos” lo tienen un poco raro
para peregrinar, si nos atenemos a que la “auténtica” ruta es para cada
uno la que va de su casa a Compostela. Este ha venido hasta Gijón en bus y no conoce a ningún santiagués que destaque en este hecho.
Está avanzada la tarde (16,45 h.) cuando me lío
a la salida de Villalba, como si me sobraran las horas. Es bonito el
paisaje que me resta, aunque un poco traidor por sus vericuetos y
caminos, que me alargan caminando hasta las 22,10 h. ¡Y he salido a las 7! ¡Y no he parado a comer!
Con
todo, llego de noche y... “fresco”. Hubiera podido no sé cuanto más.
Otro buen día para caminar, aunque la soledad, la alimentación escasa y
las dudas del itinerario no ayudan. Sin embargo, lo del esguince ha sido
como un acicate para la superación.
Hay ambiente en el albergue de Baamonde, donde la
hospitalera Conchi me sorprende con su “brazo de hierro”. Amenaza con
llamar a la Guardia Civil y echar a todos a la calle por unas risas en
el dormitorio. Yo lo vivo en directo cuando estoy entrevistándola en su
despacho. Este aumento de peregrinos se debe al “efecto 100”, lo de la
Compostela andando 100 kms. Hoy dormimos 25, en mayo han sido 1.072, en
junio 1.353 y 3.000 la previsión de julio.
El
bombardeo de preguntas a mi llegada, la ducha, la crónica y una larga
charla con la joven asturiana, mi vecina de cama, llevan a las
manecillas del reloj a la 1,30 de la madrugada.
Desayuno, 2,10 €
Jueves, 22 de julio
23ª ETAPA: BAAMONDE – SOBRADO DOS MONXES
44 kms
El
tramo gallego de esta ruta está señalizado a lo largo de los 170 kms.
calculados en el momentodecolocar los mojones de hormigón.
Desgraciadamente en la actualidad han sido arrancados demasiados puntos
kilométricos que habían sido incrustados en acero inoxidable
perfectamente visibles. Al ritmo que “trabajan” los saqueadores, pronto
se convertirán en pieza de museo.
Esta
etapa sí que me resulta dura. De 8 a 18,10 h. La previsión no parece
tan difícil, aunque ya se nos ha comentado la carencia de
infraestructura y servicios. Ni pueblos, ni bares ni fuentes. Y en el k
88 en un puente soy el primero en un control de la Guardia Civil a las
11 h. Nos toman todos los datos a mano y se justifican por las carencias
y largas distancias de la comarca...como si ellos pudieran ayudarnos.
De nuevo estos medios, el bolígrafo y la libreta, aunque sí llevan coche
pero no veo la emisora, nos muestran una zona en otra década.
Después de desayunar y ver el pueblo en media hora, camino
durante hora y media con cinco jóvenes de Raíces, cerca de Avilés, con
las que he charlado y dormido anoche. Aunque andan muy bien las
dieciochoañeras, no van a poder llegar sin la ayuda de coches. La etapa
es tan dura, que ya no veré a nadie. ¿Donde está la muchachada de
anoche?
En
Silvela-Friol, a las 14,45 como un tentempié. No sé si a aquello se le
puede llamar bar, porque ni siquiera tiene agua corriente en el local.
La Celia tiene sello y NIF, pero dice que
al letrero “se lo ha llevado el viento”. Así que tampoco hoy le había
entrado aún nadie. Sufro mucho para terminar a las 18,10 h. los pocos
kms. que me faltan. He debido gastar demasiadas reservas de mi organismo
y empiezo a pagar la factura. Siento la “pájara”, física y mental.
Debía
ser más mental que de alimento, porque tras la llegada me recupero al
instante. Y no pierdo un minuto en descansar. Hay que moverse para
acomodarse en el albergue de dentro del monasterio. No hay camas,
ocupadas ya las 66 plazas, y apenas sitio. Tiramos seis colchonetas
debajo de la escalera con las chicas asturianas y ya estamos salvados. Fuera
hay cuatro grandes tiendas de campaña del ejército que no serán
ocupadas. Dentro, en el patio, hay varias de ataque, llenas de
peregrinos.
El monasterio de Sobrado, fue
por sí solo mucho más que un pueblo. Comparable a los de Samos, que he
descubierto el pasado mayo, Veruela, Silos o Guadalupe, a los que saco
parecidos, merece más que unas líneas. Fue fundado como monasterio
familiar y dúplice (para hombres y mujeres) en 952. Durante la segunda
mitad de s. X vivió una época de prosperidad con el abad san Pedro de
Mezonzo, antes de ser nombrado obispo de Santiago. En 1.142 se integró
en la orden del Císter, siendo el primer cisterciense de España. Es
larga, muy larga su trayectoria, su poder, sus cambios y vaivenes,
siendo en el s.XVII su época de mayor impulso constructivo, hasta
llegar al abandono tras los procesos desamortizadores del s. XIX. En la
actualidad está casi totalmente recuperado y se muestra gran parte de
su antiguo esplendor. La impresionante portada barroca de su iglesia
monasterial (1700)se puede ver
en parte en la foto de conjunto de la portada del folleto que ha editado
la Xunta de Galicia en 2004 y que me acompaña en este viaje.
No me pierdo las vísperas cantadas
por los monjes ni una visita privada a mi aire por la mayoría de su
laberinto arquitectónico de demasiadas puertas abiertas. Todo sin
olvidar la cena, que por un poco no consigo en su interior en la
hospedería. Tengo que salir a casi dos kilómetros a cenar demasiado
a prisa. La influencia del cierre del monasterio a las 22 h., y no veo
posibilidad alguna de entrar si eso me ocurre, me apura hasta el punto
que la propietaria del mesón me devuelve puntual en coche cuando tañen
las campanadas como si me esperaran a mí.
Después no es el día de la puntualidad monástica. Porque el hermano Francisco, el joven portero habitual que hoy ha sufrido una colitis, tiene el aguante de pasar a ver el buen ambiente y saludarnos casi a las 23 horas.
Desayuno, 2; comida, 2; cena, 7. TOTAL, 11 €
Viernes, 23 de julio
24ª ETAPA: SOBRADO - ARZUA
22 kms
Una
etapa de descanso y cachondeo que al final no lo es tanto. Salimos a
las 10 los últimos y la hagoentera con las asturianas y dos italianos
que buscan la juerga propia de su edad con las cinco yogurcitas. De
entrada veo claro que las rondan a partir de levantarnos y me presento
“serio” como su padre, lo que en un principio consigo que me crean para
mayor risa de mis chicas.
El relajo y la confianza de ser una etapa muy corta y sin dificultades, el calor posterior, las paraditas, la falta de un ritmo constante, nos acaban cansando. Con todo, hoy es mi “día de descanso” y al final me acompaña la suerte.
Consigo la última cama, la 46, a pesar de llegar a las 15,15 h. Mis compañeras duermen juntas y en colchoneta. En total seremos 85, pero nos dicen que en el polideportivo también duermen algunos grupos.
Las radios y televisiones rondan el albergue en busca de sus noticias o rellenos. Una
periodista de la COPE se nos cuela en el dormitorio, pero va a escoger
mal a sus entrevistados. En casi una hora de preparación de la
entrevista que nos hace a tres catalanes y a mí para un programa en
directo a las 8 de la tarde, le salimos respondones y casi la
bombardeamos a preguntas y acusaciones. Nos negamos a colaborar en su
emisora y el tema desata la ira algún español. Cuando bajo a cenar la
entrada y delantera del albergue ya está ocupada por la tele y los readiofónicos. Pero le faltan entrevistados, porque la mayoría “pasamos”.
Desayuno, 1; cena, 7. TOTAL, 8 €
Sábado, 24 de julio
25ª ETAPA: ARZUA - MONTE DO GOZO - SANTIAGO
40 kms
Por
si acaso madrugo a las 6,15. Y acierto, porque a partir de las 12 el
calor se hace muy duro. Cuando llego a las 13 h., la cola en Monte do
Gozo es de más de 500 personas. Hoy esto ya es otro Camino. Controlarnos
y distribuirnos nos hace sufrir dos soporíferas horas. Dormiremos unos
750.
Fiel
a mis principios de peregrino clásico y sufridor, cargo mi mochila de
la que no me desprenderé en toda la larga tarde, cual caracol con su
cáscara, y bajo andando a la Catedral con un calor de justicia. Sólo,
sorprendentemente sólo. Claro, están ya “todos” en la cola de la
Compostela, dos horas y media, hasta las 19,30.
Lo de la mochila me terminará jodiendo. De 6,15 a 2,30 de la
madrugada son siempre demasiadas horas. Pero si le sumamos el calor de
casi 40º, las colas, el gentío y el estorbo pasa a ser una enemiga.
Porque ni es necesaria para justificar la preciada Compostela, ni
obstáculo de seguridad para llevarla a la misa de 8 en la Catedral, que
celebra el Cardenal de Madrid Rouco Varela.
La
víspera ya es la fiesta. El gentío impresionante. La espera para cenar
en Casa Manolo es de dos horas, pero yo, erre que erre, repito algunas
costumbres. Después los fuegos artificiales reúnen posiblemente la mayor
concentración humana de este año santo jacobeo. Continúo a pie con el
paisano burgalés que comparto noche hasta el macrofestival de la plaza
Galicia, desde donde nos
resulta otra epopeya coger un taxi para llegar a dormir. La última
anécdota simpática y sorpresiva para ambos de esta agotadora jornada es
que mi compañero casual desde las 9 de la noche duerme al lado de mí.
Desayuno, 2; pincho, 1,50; cena, 8,50; taxi, 5. TOTAL 17 €
Domingo, 25 de julio – Festividad de Santiago
EL DIA DE SANTIAGO EN SANTIAGO
A
las 9 bajo andando y cargo de nuevo la tendinitis que ayer empezó a
asomar y me dolerá mucho en la noche de hoy. Los “pastilleros” y su
música siguen en el vértice diagonal del pabellón de los peregrinos y he
conseguido descansar y dormir más de cinco horas.
El calor y el gentío siguen la tónica de ayer tarde y noche. Saco billete de vuelta en Renfe y aseguro albergue en el Seminario Menor, donde dormiremos más de 500, varios en el suelo. La
mañana se complica para los peregrinos, como era de esperar, con la
presencia de los Reyes de España y su corte, que nos usurpan e impiden
la asistencia a la “misa del
peregrino” de las 12. Tampoco me sorprende que no me hayan dejado leer
como en ocasiones anteriores, aunque sí me han anotado para hacerlo en
la de 13,30, que se ha retrasado hasta las 14 h. Después, las prisas y
un error de la atareada monja María Jesús me deja “plantado” cerca del altar y detrás de una de las cámaras de televisión. Se ha debido de pensar que era el “cámara” de repuesto.
A la locura
de la mañana, donde la plaza y edificios del Obradoiro parecen
reservados para los elegidos” constitucionalistas y la de la Quintana
para el pueblo y los independentistas, ambas apestadas de “protección”
policial, civil y médica,
sucede una tarde de huida y calma. Parece que, tras desaparecer los
Reyes de la vista de los mortales, se ha acabado la fiesta. A mí me hace
falta una buena siesta hasta las 19,30. Después, la cola para el abrazo al santo y el ceremonial religioso es algo más fluida y lo consigo a última hora.
Disfruto
poco, muy poco, de este día de Santiago, a pesar de haber conseguido
ambiciosos objetivos. Es mi quinta llegada, dos años después de
iniciarla en Irún-Santiago, 39 después de la que hiciera
en 1965 en auto-stop, y 50 años han pasado desde la trágica muerte de
mi hermano Germán, ahogado en el río Nervión de Amurrio. También cierro
el ciclo importante de hacer en tres años las cuatro peregrinaciones
desde o por las cuatro capitales de los herrialdes vascos de Hegoalde.
Pero me resulta más un día de recuerdos nostálgicos. Entre los pocos
peregrinos conocidos, sólo comparto un buen rato con los catalanes de
Arzua en el final de la cena y el puntual regreso a las 23,55 h. al
Seminario.
Del
regreso, poco o nada qué contar, habida cuenta que resulta una
repetición sin anécdotas de los anteriores y con el calor esperado de la
familia. Dulce me saca la última foto en la plaza de Arrigorriaga y
Nere me recibe trabajando en el Poli.
Desayuno, 3; comida, 8,80; cena, 2; albergue, 5. TOTAL 18,80 €. Viaje regreso en tren, 35,50 €.
El total de gastos de estos 12 días ha sido de 135 €. (22.462 pts.) El gasto medio por día, 11,25 €. (1.872 pts.)
Los dos viajes han costado 45,98 € (7.650 pts.)
[1] VAZQUEZ DE PARGA, L; LACARRA, J.M. Y URIA, J.: Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Madrid 1948, Tomo III, pág. 497.
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