martes, 3 de diciembre de 2013

14.- CAMINO DEL SALVADOR (2010)

Mi seguidor Javier Serrano me indica en un comentario que se me ha traspapelado el Camino del Salvador. Efectivamente. Y aunque, como ya quise explicar en mi objetivo del blog, son simplemente apuntes de mis Caminos, sin un orden especifico ni formal... este Camino Asturiano-Leonés bien se merece una entrada y unas fotos. 

En la fecha del 3.10.2013 tiro de mis archivos  y lo subo al blog.  Pero en una reorganización de este blog, lo anoto con la fecha de finalización del Camino, como haré con el resto, para que mis lectores puedan encontrarlos por el orden cronológico realizado. 



  Sábado, 26 de Junio de 2010. 1ªEtapa: OVIEDO – MIERES, 20 Kms.

Dulce, Zigor y Nati me dejan a las 8,30 h. en Torrelavega en su viaje madrugador a la boda de Marta en Aguilar. Alsa me lleva a Oviedo, desde donde  hace una semana me propuse hacer el segundo Camino de este 2010. Esta vez otro diferente y poco frecuentado, el de San Salvador, pero a la inversa para  darle mayor  dificultad con la subida a la meseta por el puerto de Pajares. La errónea creencia de la carencia de albergues me hace cargar con una tienda y una colchoneta que con sus algo más de tres kilogramos elevan a casi  nueve los que voy a cargar de manera muy innecesaria estas cuatro jornadas.

Desde el Alsa contemplo algunas playas cántabras y asturianas

Contraste junto a la catedral de Oviedo: el peregrino junto a un Rolls Royce
De 11,55 a 13,20 h. una rápida visita a la capital astur, en su mayor rato en la catedral y su entorno para la visita, fotos, sellado y hasta una boda con rollsroyce con el que yo también me saco la foto acompañado de mi inseparable mochila. La vieja N-242 me saca al camino con gran bochorno de calor. Cuando a las tres de la tarde almuerzo tirado en la cuneta bajando un puerto el humilde bocadillo preparado por Dulce y un burro cercano me entretiene las moscas, recuerdo el festejo que disfrutan en Aguilar. Les deseo en el silencio y acompañado de la naturaleza universal que  disfruten el día al menos tanto como yo.   

Aún quedan señales de medidas que ya están en desuso. Distancia a Madrid

Almuerzo mi bokata tirado en la cuneta, cerca de un burro que me retiene a las moscas
Nadie en el Camino, pero eso para mí ya se está convirtiendo en lo normal. A las 17,30 revienta el pesado tiempo en lluvia, que aunque suave por continua me altera el plan y caminar de la tarde. Lo dejo a las 19,30, tras sólo 20 kilómetros, al encontrar un excelente albergue en el barrio de La  Peña, de Mieres del Camino. Voy tan holgado de tiempo que hasta me permito cenar una fuerte fabada asturiana y ver terminar  en empate el partido USA-Ghana del Mundial futbolero, que después clasifica a los africanos. Comparto aún casi una hora de charla con un matrimonio de casi mi quinta y oficio bancario  en el albergue antes de que decidan abandonar mañana a primera hora por un contratiempo de enfermedad familiar.              

Domingo, 27 de Junio. 2ª Etapa: MIERES DEL CAMINO - PAJARES, 38 kms.

Salgo de noche a las 6,10 con gran humedad en una mañana, que no pasará de nublada y gris, a atacar la montaña con la lluvia que amenaza. La soledad y debilidad alimentaria de las primeras horas me provocan el despiste de caminar hacia San Isidro, otra estación de esquí que no está en mis proyectos para hoy. Desayunar a las 9,30 me quiebra el ritmo cuando me espera un largo y duro día de ascenso casi ininterrumpido. Pola de Lena ya no tiene vestigios de la minería de la que vivió tantas décadas y me parece un vulgar pueblo moderno sin personalidad. Con Mieres y La Robla son las tres mayores poblaciones antaño mineras de renombre en este camino de San Salvador hasta León.

Estación de tren La Cobertoria, poco antes de iniciar ascenso a Pajares
Santa Agueda, joya poco conocida del prerrománico astur
Junto a la impresionante estación de tren de La Cobertoria, gran centro minero allá por los años cincuenta del pasado siglo, una joya del prerrománico dedicada a Santa Agueda debidamente restaurada no tiene nada que envidiar a las más conocidas del Naranco y San Miguel de Lillo. Consigo verla por dentro al mediodía y continúo mi camino entre maravillado y contrariado por el “olvido cultural” que me parece que comete Asturias con joyas como ésta. Reviso la guía tomada en el albergue de Mieres para no perderme nada. Me cruzo con el primer peregrino, un militar cacereño de 41 años  afincado en Madrid, y departimos brevemente nuestras experiencias camineras. Mejora la tarde. Voy retrasado en el tiempo y el ambicioso objetivo. Como un bocadillo rápido en Campomanes e intento acelerar puerto arriba por la carretera, porque el otro camino, el llamado de verano es algo más largo y las recientes lluvias no garantizan todos sus pasos. En Frecha  me entretengo aunque a gusto casi dos horas. Las fotos y la simpatía y hospitalidad de Juan Diaz y Cristina, me enseñan su casa de campo, su pueblo y su zona cercana con predilección a la Ermita de Benduenos y el pueblo de Erías. No faltan la charla, el jamón y la sidra ni acercarme después con su coche unos cinco kilómetros del duro puerto. Las pequeñas aldeas, hoy reconvertidas en casas para el verano y fines de semana, mantienen algunos vestigios de la ganadería y agricultura de subsistencia así como torres y casonas de nobles de siglos pasados. 

La subida se hace más empinada y peligrosa al avanzar la tarde. Regresan los domingueros en coche de la montaña o del pueblo a la ciudad por la calzada sin arcén. Hasta la Guardia Civil, que inspecciona con detalle un gran camión de carga, me confirma que en su larga vida en carretera soy el primer peregrino que ve subir ese puerto. El “enseguida llega a Pajares” se me hace eterno, las 21,15 h. nada menos. ¡Porque al final son quince horas de etapa, aunque no todas de puerto pero sí en ascenso! El albergue es para mí solo, aunque me cuesta un rato encontrarlo. Deben ser mis reflejos ya agotados, porque estoy en una aldea de doscientos metros de carretera y otra calle paralela por donde iba el antiguo camino.. “Es el mejor que veo en mi larga vida peregrina”, escribo a la noche en mi diario. Dieciocho camas, mantas, calefacción eléctrica, cocina con nevera casi llena de lo elemental para beber y desayunar, televisión y seis puestos conectados a internet… Y la hospitalera Marixa me trae un bocadillo y fruta para cenar. ¡Qué pena que su hosco marido no esté a la altura y lo tenga como “negocio” encubierto!
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Albergue de Pajares. Mi segunda noche duermo aquí sólo
Lunes, 28 de Junio. 3ª etapa: PAJARES  - LA ROBLA, 40 kms.

El intento fallido de navegar en internet  me entretiene hasta acostarme después de la medianoche. También me relajo en la salida, ya desayunado en el propio albergue y haciendo fotos del extraordinario amanecer junto a las montañas. La subida de casi 9 kms. con repechos del 17% y los 9 kilos a la espalda casi no los siento por las idílicas vistas y el maravilloso despertar del día. Voy dejando minutos para hacer fotos y almacenar en mi cerebro unas sensaciones que no es fácil que pueda repetir de este lugar y momento.   Son las 9,15 cuando llego a la cima de 1379 metros y retrato el monumental y abandonado parador de turismo de Pajares. La vista del macizo central de las montañas de Asturias, con el Peña Ubiña de 2349 m. al fondo, es tan limpio e impresionante que le dedico unos largos minutos contemplándolo en el silencio y absorto en paradisíacos pensamientos. ¡Como en el éxtasis de San Francisco, hubiera parado el reloj del tiempo!

Peña Ubiña (2349), techo montañero de la zona, desde el Puerto de Pajares (1379), techo de este Camino
Santuario románico de Arbás, en la vieja carretera de Pajares a León
Ahora sólo me queda bajar, pero tampoco lo hago contrarreloj. El románico santuario de Arbas y los pequeños pueblos carretera merecen mi atención. Me cruzo con el segundo y último peregrino andante de este camino[1]. Es un médico de Albacete de 52 años y nos tomamos un café en uno de los pocos bares que sobreviven de la época dorada del puerto. Esta ruta muestra a lo largo de los  125 kilómetros un evidente abandono, porque la minería murió y la carretera se sustituyó por otra autovía de la que he intentado alejarme.  Al mediodía el calor aprieta y acelero para llegar a las 14,45 a Ciñera de Gordón, donde los primos Miguel Zulaica y Camino Arias me esperan a comer. Pasamos  más de cuatro agradables horas de charla y descanso relajado.

A Camino y a Miguel les debo una buena, por su inmensa hospitalidad

En el Camino se ven muchas maravillas naturales, construidas y reconstruidas
La tercera parte de la etapa resulta más dura que lo previsto. Me queda mucho y buscar la belleza de los pueblos mineros ya no me es mi prioridad. Cuando empiezo a mirar un lugar idóneo para montar la tienda, aparece el “ángel de la guarda” que me acerca en coche los siete kilómetros finales, para que la noche no me engulla en el asfalto. Menos mal que hay un peregrino para dormir en el Polideportivo y albergue de La Robla, porque  la llamada por teléfono se pierde en un detestable contestador. Alfonso es otro trotamundos, con algo de jienense de origen, alemán de Munich de no se qué vida y peregrino y hospitalero en Bodenaya con Alex y Anselmo, a los que llevará mis saludos. Me acuesto el día más temprano, tras cenar el bocata y la fruta de los primos, porque el compañero, educado y prudente, ya duerme a las 22,30 horas.

Martes, 29 de Junio. 4ª Etapa: LA ROBLA – LEON, 30 kms.

Una vez más el problema de cada mañana. De poco sirve salir a las 6,30 para planificar la llegada  al mediodía para poder regresar a la tarde a casa. Ni el desayuno ni las dudas del camino tienen su cumplida respuesta para los madrugadores. Y se cumple la ley de Murphi de coger la ruta jacobea que no es, o sea la carretera nueva, la N-630 que no pasa por ningún pueblo y es una recta casi desértica. Sólo un triste bar junto a un proyecto a medias de una urbanización que se anunciaba paradisíaca, al menos me carga un poco las pilas.

Demasiada carretera para el peregrino  en este Camino del Salvador
Más aparatosa que dolorosa, una de las pocas ampollas de todos mis Caminos
Ya no encuentro la manera de recuperar el Camino y el pueblo de Carvajal, que veo a mi derecha en la inmensa llanura semiarbolada. El calor aprieta, las lesiones de Portugal se resienten y el espejismo de una gasolinera es mi objetivo inmediato. Cuando llego mi sed se incrementa al encontrarla tan cerrada como el Parador de ayer. Me tumbo en el cemento y la sombra para relajarme, descansar unos minutos y ordenar mi cerebro. Llega una furgoneta “despistada”. No, el transportista de alfombras para a orinar en su largo viaje de Oviedo a Alcalá de Henares. Parece asustarse al verme tirado, porque es todo amabilidades. Ya bebo agua y viaje inmediato hasta San Marcos, que le pilla en ruta.

A las 11,55 me saco la foto junto al mayor hospital de peregrinos que se conserva de la Península, el hoy lujoso Parador de Turismo. Me curo los pies y descanso en la orilla del Bernesga, con cuyas aguas he bajado desde la montaña en día y medio. Doy por bien terminado mi 14º camino, esta vez sin usar saco, ni tienda, ni colchoneta por la más que suficiente estructura y calidad de los albergues. Mi sueño abierto a continuar la aventura hasta una semana lo paso al baúl de las pospuestas sine die. La tendinitis que me acompaña desde febrero viene y se va, no sé si según esfuerzos  o ánimos,  pero no debo dejarla que se asiente en mí como crónica. Las ampollas quieren reabrirse, aunque las uñas han aguantado. La lesión de Zigor, que tras prepararse dos años para una exigente carrera, le ha obligado a suspenderla, también me invita a la prudencia.

A San Marcos, la Catedral y el Bernesga, ya viejos "amigos", nunco dejo de pasar a saludarlos
En Renfe no hay plazas a Bilbao para hoy ni para mañana. No sé si por la huelga general del día o por el fin de mes. Corro a Alsa y cojo lo que hay, un lentísimo regreso por Burgos y parando en todos los rincones. Con mucho calor y el billete asegurado subo hasta la catedral, que acaba de cerrarse, y al barrio húmedo a comer. No me sobra nada de tiempo para llegar al bus de las 15,30 h. Tampoco en Burgos, que en media hora salgo hasta la puerta de Santa María a hacer unas fotos y ver el ambiente españolista por el partido de “la roja” en octavos contra Portugal, y al volver no encuentro el autobús que lo tengo delante de mis narices.
Del regreso aún me llevo esta foto de la Puerta de Santa María en Burgos y el recuerdo del bullicio vespertino y festivo
El cansancio, la huelga en Euskadi y la falta de reflejos y/o mala suerte me limitan los trenes a casa. Un montón de tiempo de espera en Abando, el viejo convoy de cercanías no me abre la puerta en mi pueblo y no me atrevo a tirar del freno de emergencia ni quejarme, sigo hasta Ugao. Cuando, ya agotado y resignado inicio a pie el regreso por la carretera, veo pasar tren a Bilbao. ¿Pero cuántos errores llevo hoy? Siento un escalofrío al contestarme que aún no ha terminado mi jornada. Y este tramo de carretera de noche es muy peligroso. Pero aparece el último ángel de la guarda de este 14º camino. Es Juan Mari saliendo de su garaje junto al puente de Usila, que presto me lleva a casa. Es medianoche y España acaba de clasificarse entre los ocho primeros del Mundial al ganar 1-0 a los vecinos lusitanos, con lo que algún conductor eufórico bocinea y acelera por el asfalto de Ajarte.

Un resumen rápido de un camino, que no por corto ha resultado fácil, da una media de 42,7 kms. a pie al día si considero las dos medias jornadas como una. La ayuda necesitada de tres coches  para evitar llegar de noche marca la dificultad y mis errores de cálculo, así como mi  relajo competitivo a favor de un mayor disfrute. En los gastos, las cifras reflejan de nuevo mi austeridad. Pocos llegarían tan lejos y tan dignamente con  68,18 €, viajes incluidos.   ¡Peregrino Patxi,  a por el quince!
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RESUMEN DE MI 14º CAMINO: EL DE SAN SALVADOR, DE OVIEDO A LEON


Sábado, 26 Junio: Oviedo-Mieres, 20 k. Bochorno mediodía y tarde de lluvia.
Domingo, 27: Pajares, 38 k. Subida al interminable puerto y el mejor albergue.
Lunes, 28: La Robla,40 k. Comida y descanso con los primos de Ciñera de Gordón.
Martes, 29: León, 30 k. El camino más aburrido e ingrato.


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[1]    Pedro Antonio: alatoz2009@gmail.com / www.dealbaceteasantiago.es

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